Iván Zamorano, veterano delantero del club chileno Colo Colo, fue suspendido por 11 partidos tras agredir a un árbitro en la final del torneo Apertura, sanción que lo acercaría más a su retiro como futbolista.
Zamorano, quien todavía está dolido por no haber conseguido el título y por su expulsión ante Cobreloa, debe enfrentar ahora la decisión de un tribunal deportivo, que consideró grave e inapropiada su actuación del fin de semana.
El tribunal de penalidades de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) chileno decidió el martes por la noche sancionar en primera instancia al jugador, luego de conocer el informe del árbitro Carlos Chandía e imágenes de televisión que demostraron que el máximo ídolo del balompié local lo agredió con un pisotón y un golpe de puño en el pecho.
"Cuando se trata de atentar, como decimos los abogados, contra el bien jurídico más importante que existe en el fútbol, que es el árbitro, se determinan (castigos) bastante amplios. El rango está entre cuatro y 50 partidos", dijo el presidente del tribunal de penalidades, Angel Botto.
En el minuto 74 del partido del domingo pasado y tras el tercer gol de Cobreloa, los jugadores albos encabezados por Zamorano iniciaron un descontrolado reclamo contra el árbitro Chandía por una supuesta posición adelantada.
"Bam-Bam" se ganó la tarjeta roja por agredir al árbitro, aunque el juez aclaró que las lesiones son leves.
"El propio (Carlos) Chandía reconoce que la agresión física es de carácter leve. Si bien presenta un hematoma, según señala en su informe", dijo Botto.
Zamorano adelantó que esta semana dará a conocer definitivamente si se retira del fútbol o acepta la propuesta colocolina de jugar hasta diciembre, fecha en la que ya tendría preparada una espectacular despedida.
Según medios locales, familiares del jugador lo estarían animando a continuar su carrera hasta fin de año para así retirarse de una manera más digna, debido a la categoría de ídolo que luce en el país.