El área donde están dispersados los restos del avión de Saeta aumentó a 500 metros cuadrados (m2), informó ayer Iván Arellano, presidente de la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) de la Dirección de Aviación Civil (DAC).

La afirmación la realizó en la rueda de prensa de ayer, a las 16h00, donde señaló que es el resultado de la inspección realizada por los miembros de una patrulla que subió a glacial García Moreno, en el volcán Chimborazo, a sepultar los restos humanos que existen en el lugar.

Indicó que en la primera inspección, realizada a principios de la presente semana, se determinó que el área donde existían partes humanas y piezas era de 200 m2.

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“Ahora, producto del deshilo del volcán Chimborazo, el área aumentó y podemos encontrar evidencias en 500 m2”, expresó. Sin embargo, aclaró que no existen partes grandes de la aeronave, “no hay la cabina o los motores, existe una pequeña estructura de la cola y de la bodega”.