En el pasillo, al fondo y después de dos filtros de seguridad, estaba Guillermo Landázuri (ID), el primer vicepresidente del Parlamento, despachando desde la Presidencia, una oficina que debía ser ocupada por un socialcristiano durante los dos primeros años del período legislativo, que inició el domingo pasado.

Ayer, su primer día en funciones, que comenzó con entrevistas a los medios de comunicación, fue a oscuras. No se trataba de que el socialdemócrata no tiene el panorama claro de su nueva gestión legislativa, sino que el personal de mantenimiento hacía reparaciones al sistema eléctrico del edificio.

Llegó a las 09h00, y durante toda la mañana atendió a delegaciones de la ID, incluido el prefecto de Pichincha, Ramiro González, y políticos de otras tendencias que lo felicitaron por la designación.

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El Partido Social Cristiano (PSC) ratificó ayer que no acepta la Presidencia para los dos primeros años del actual Congreso, como le correspondía por ser la primera fuerza legislativa. Por lo tanto no pondrá candidato ni habrá una designación al respecto.

Por eso, Landázuri explicó a los periodistas que “la Izquierda Democrática dirigirá por cuatro años el Congreso”. Los dos primeros años él estará al frente como presidente encargado, en ausencia del PSC. Y los siguientes años, a la ID le corresponde poner al presidente titular, por ser la segunda fuerza legislativa, tal como resolvió el Plenario con 62 votos a favor, cuando reconoció las 16 curules socialdemócratas, de las cuales tres son en alianza.

Landázuri aseguró ayer que no hay ningún vacío jurídico en la elección de dignidades del Congreso, a pesar que no se haya elegido presidente. “Es una situación inédita”, señaló sobre la no elección del principal, pero afirmó que lo fundamental es asegurar la organización del Congreso. “Lo positivo es que el Parlamento se organizó”.

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Aunque reconoció que “tiene que superarse la incertidumbre jurídica con una resolución de titularización del primer vicepresidente” como presidente del Legislativo.