El nuevo cohete de la Boeing, el Delta IV, finalmente fue lanzado el miércoles al espacio tras varios meses de demoras, colocando exitosamente en órbita un satélite.

El lanzamiento del Delta se produjo a las 17h39 horas (22h00 GMT), poco después de la media noche del martes.

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Es un gran paso para nosotros, dijo Dan Collins, un vicepresidente de Boeing y director del programa Delta.

El muy esperado Delta IV es parte vital del impulso de la Fuerza Aérea en busca de cohetes más confiables y económicos. El competidor de Boeing es Lockheed Martin Corp., que hizo su debut exitoso en agosto.

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El Delta IV fue propulsado por el primer motor líquido hecho en Estados Unidos desde el desarrollo de los transbordadores espaciales de la NASA (Administración Nacional de Estados Unidos para la Aeronáutica y el Espacio) en la década de los setenta.

El motor del cohete consumió cerca de una tonelada de propulsores por segundo durante el despegue. El cohete portaba un satélite de comunicaciones.

En los momentos previos al lanzamiento del Delta VI, miembros de Boeing se mostraron tensos y preocupados. En 1998, el lanzamiento de Delta III terminó con una explosión del cohete en pleno vuelo, y el segundo vuelo en 1999 terminó con el satélite gravitando en una órbita equivocada.

El ejército estadounidense, que tiene varios cohetes a la espera de ser lanzados al espacio, es uno de los clientes más grandes de Delta IV.

El mercado de lanzamientos comerciales de cohetes atraviesa por una profunda crisis. Boeing había anticipado entre 15 y 20 lanzamientos al año, pero ha tenido que conformarse con una cifra de cuatro a seis.

La Boeing se negó a informar cuál fue el costo del lanzamiento o cuánto había invertido en su programa del Delta IV. El cohete está equipado con el motor de hidrógeno más grande del mundo, que genera una potencia de 17 millones de caballos de fuerza. Su empuje en el despegue excede los 294.838 kilogramos (650.000 libras).