El consumo excesivo de carbohidratos  aumenta la grasa en la sangre y el riesgo de sufrir males cardiovasculares que son la primera causa de muerte en el país.

El consumo de harinas refinadas, dulces y bebidas azucaradas en exceso eleva hasta en 500 miligramos los niveles de triglicéridos (350 más de lo normal) en la sangre y puede ocasionar infartos al miocardio, diabetes y pancreatitis severa.

Asociado al colesterol, los triglicéridos constituyen un tipo de grasa que se acumula especialmente en el hígado, músculos y en las partes interna y externa del abdomen.

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Pero a diferencia del colesterol (en que influyen las grasas y frituras), los niveles de los triglicéridos suben cuando se abusa de carbohidratos simples, es decir de las gaseosas, enlatados con mucha azúcar, gelatina o miel de abeja en conserva.

El cardiólogo Roberto Lecaro explica que el aumento de triglicéridos, junto con el colesterol, provoca enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.

El nivel normal de los triglicéridos alcanza los 150 miligramos por cada decilitro de sangre, si esta cantidad se incrementa la persona presenta sobrepeso y la grasa se acumula particularmente en el área de la cintura.

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En el Ecuador las muertes por causas cardiovasculares ocupan el primer lugar entre las más comunes con el 16,8% de incidencia, particularmente en los varones, pues las mujeres están protegidas por la menstruación.

En el mundo, cada año fallecen 15 millones de personas por problemas asociados a enfermedades cardíacas.

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La diabetes, en cambio, ocupa el sexto lugar de las causas de muerte en el país.

Los malos hábitos alimenticios ocasionan la enfermedad en el 6% de la población.

La Federación Internacional de la Diabetes estimó que esta enfermedad afectará en el año 2010 a 45 millones de personas en América.

Comer pescado
La nutricionista Narcisa Zambrano, única miembro ecuatoriana de la Asociación Norteamericana para el Estudio de la Obesidad (Naaso, por sus siglas en inglés), recomendó el consumo de abundante pescado para reducir los niveles de los triglicéridos.

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“Las clases de pescado más aconsejables son el atún, la albacora, la macarela, la sardina, la pinchagua, la trucha y el salmón”, detalló.

Estas especies de pescados contienen abundante Omega 3, sustancia que limpia de grasas las arterias por donde circula la sangre.

Zambrano advirtió que el Omega 3 debe ser consumido directamente del marisco, pues las cápsulas que promocionan los laboratorios no tienen el mismo efecto limpiador en el organismo.

Peligroso síndrome
Si una persona aumenta de peso, tiene niveles de triglicéridos superior a 150, una presión de 130 a 185 y su cintura supera los 88 cm (si es mujer) y 102 (si es hombre), puede presentar un peligroso síndrome metabólico.

Roberto Lecaro, miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología, expuso que con estas características “se corre el riesgo de convertirse en un candidato potencial a la diabetes”.

El afectado no logra asimilar la cantidad de carbohidratos que consume y su hígado y páncreas sufren alteraciones.

En estos casos, la nutricionista Narcisa Zambrano aconsejó la alimentación a base de frutas, proteínas, pescado, nueces y soya.

“Los medicamentos vitamínicos no tienen el mismo poder nutritivo que las frutas, los vegetales y legumbres”, dijo la doctora.

CONOZCA

Los triglicéridos  son el principal tipo de grasa que circula por el torrente sanguíneo. Recibe el nombre de su estructura química. Luego de comer, el organismo digiere las grasas de los alimentos y libera triglicéridos a la sangre que son transportados a todo el cuerpo para dar energía o para ser almacenados como grasa.

Una simple prueba  de sangre puede diagnosticar niveles altos de triglicéridos. La muestra debe tomarse en ayunas por 12-14 horas previas al examen, esto con el fin de que se eliminen todos los triglicéridos de la comida que ingerimos para conocer únicamente la cantidad de estos componentes grasos que el organismo produce.

Si su colesterol es normal, un nivel elevado de triglicéridos no parece ser un factor de riesgo de males cardíacos, pero sí está asociado con la diabetes y la pancreatitis.