Cuando obtuvo la Copa del Mundo en Estados Unidos 94, la selección auriverde no había hecho una buena campaña eliminatoria, tal y como sucedió en el Mundial 2002.
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Brasil disputará otra vez una final de la Copa del Mundo y la trayectoria seguida por esta selección se parece mucho a la que ganó el título en 1994 en Estados Unidos. Tanto la selección de Scolari como la de Carlos Alberto Parreira, hace ocho años, llegó en medio de la desconfianza de sus seguidores y del periodismo. En las eliminatorias de 1993 los brasileños cayeron por primera vez en su historia ante Bolivia en el estadio Hernán Siles, de La Paz. En la clasificatoria de este Mundial Brasil perdió por primera vez ante Ecuador en Quito, con gol histórico de Agustín Delgado luego de una sutil maniobra de Iván Kaviedes. En la primera fase ambas selecciones terminaron en primer lugar pero se habló de su debilidad defensiva y la escasa calidad de su medio campo, por lo que se les dio pocas opciones de alcanzar la final.
En 1994, EE.UU. en octavos de final le dio un enorme trabajo a Brasil que terminó venciendo 1- 0. El mismo trabajo que le dio ahora Bélgica en esta fase. En cuartos de final Brasil tuvo una levantada en 1994 ante Holanda y la dejó en el camino, igual que hizo ahora con Inglaterra. En semifinales Brasil enfrentó en EE.UU. 94 a Suecia, a la que había vencido en la primera fase, igual que lo hizo con Turquía en Saitama el miércoles último. Para poder alzar la Copa en Yokohama deberá vencer a una selección tricampeona del mundo, similar a lo que tuvo que hacer en 1994 ante Italia.
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Carlos Alberto Parreira en 1994 apeló al talento de una pareja excepcional, Romario y Bebeto, para conseguir el cuarto campeonato para Brasil. En esta Copa, Scolari no accedió a la presión de todo el país, incluyendo al presidente Fernando Henrique Cardoso, para incorporar a Romario al plantel. Se decidió por Ronaldo, el joven astro que recién aparecía luego de sucesivas lesiones que lo apartaron del fútbol por tres años. Y para aprovechar la velocidad y el ingenio del jugador del Inter de Milán, le puso al lado a Rivaldo, la estrella del Barcelona español. Ambos entrenadores confiaron todas sus posibilidades de ganar en el talento individual de dos delanteros.
Luiz Felipe Scolari ha llamado a esta selección que jugará la final “la más aguerrida de la historia”, lo que ha levantado ampollas entre los ex cracks, muchos de ellos como Falcao, Tostao, Zico y Sócrates, laborando como comentaristas de las cadenas de televisión de su país. “Fuerza de voluntad es lo que Brasil tiene de sobra. Ahora tenemos que emparejar a los alemanes en la fuerza física. Si eso ocurre, con la ventaja que llevamos en la técnica, Brasil tendrá una ventaja que los alemanes no podrán superar”, expresó Juninho.
Cuando ustedes estén preparándose para beber estos sorbos de prefinal, los periodistas estaremos, a las 14h00 locales, en una reunión especial con Edson Arantes do Nascimento, Pelé, para hablar del fútbol actual y del futuro de este deporte. A las 17h00 la cita es con el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
Cada jugador brasileño recibirá un premio especial de $ 180 mil si ganan la Copa, aparte de las primas por partido que han recibido en los seis encuentros disputados. Se calcula que de ser campeones los jugadores habrán ingresado a sus cuentas no menos de $ 350 mil. En 1958, cuando Brasil quedó campeón por primera vez, los Filmar, Nilton Santos, Bellini, Orlando, Zito, Garrincha, Vavá, Pele, Zagallo, Joel, Dida, Altafini, fueron premiados con $ 70. (RV)