Los narcotraficantes latinoamericanos tratan de ingresar drogas a España utilizando métodos de transporte cada vez más complejos para evitar los controles internacionales, indicaron fuentes policiales al informar de la detención en los últimos tres días de nueve implicados en el tráfico de más de 32 kilos de cocaína.
Entre los detenidos figuran una ecuatoriana, un costarricense, dos colombianos, dos españoles y otras tres personas procedentes de Brasil cuyas nacionalidades no fueron reveladas.
Aunque casi todas las estratagemas y tácticas de los narcotraficantes son ya conocidas por los especialistas policiales, las fuentes indicaron que no todas las estrategias de los traficantes son conocidas.
Sin embargo, los agentes del Grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía de España no pudieron evitar su sorpresa al descubrir un cargamento no determinado de droga mezclada con plástico en grano, que llegaba a Madrid como materia prima para una empresa que fabricaba perchas para la confección.
Para el propio Director General de la Policía, Juan Cotino, este sistema de transporte de drogas constituye un método "muy sofisticado".
Explicó al respecto que el plástico impregnado con cocaína no era perceptible por los perros que rastrean droga, ni a la vista ni de ninguna manera, y que "tal como estaba era casi imposible de detectar".
Por ello, la policía española alertó a Interpol sobre este nuevo sistema de introducción de droga procedente de América Latina.
En esta operación fueron detenidos dos colombianos y dos españoles.
Tampoco los agentes ocultaron su sorpresa tras la incautación en el aeropuerto de Barajas de 25 kilos de cocaína impregnada en cortinas y en piezas de artesanía, aunque esta última táctica sea utilizada más frecuentemente por los denominados "camellos". Una ecuatoriana de 23 años que era destinataria de este singular paquete de 80 kilos fue detenida en su domicilio madrileño.
Más común para los agentes policiales resultó descubrir el pasado miércoles 1,3 kilos de cocaína que un costarricense de 36 años transportó desde San José a Barajas distribuida en un par de zapatos y sandalias, así como en el doble fondo de un cuadro sin mayor valor artístico.
Otros tres pasajeros procedentes de Sao Paulo (Brasil) --cuya nacionalidad no fue precisada por la policía-- habían sido detenidos poco antes con seis kilos de cocaína ocultos en fajas adosadas a sus cuerpos y en el doble fondo de una maleta.