En la antigüedad la máquina de escribir no tuvo la capacidad de tildar las palabras en mayúsculas, por lo que cada vez que se mecanografiaban los títulos o documentos no se usaban las tildes. Esta deficiencia de la máquina de escribir nos legó el mito de que las palabras mayúsculas no se tildan; creencia que nunca ha sido una regla gramatical.

La Real Academia Española indica que la acentuación gráfica en las letras mayúsculas no es opcional sino obligatoria y afecta a todo tipo de texto escrito.

Fuente: Real Academia de la lengua Española