David Fuentes
Coach de nutrición y fitness

Terminando nuestra serie sobre aprender a cambiar, es importante recordar que no puede haber cambio externo, de manera permanente al menos, sin cambiar o mejorar primero, o al mismo tiempo, nuestro ser interior.

Independientemente del tipo de cambio que deseemos alcanzar, la reflexión honesta sobre cómo nos sentimos, por qué deseamos este cambio y la búsqueda de las razones que nos llevaron a determinada condición incómoda, son claves para poder, a partir de estas realizaciones, planificar un cambio adecuado que esté lo suficientemente racionalizado, motivado por un anhelo interior y no por superficialidades generadas desde nuestro entorno, el cual como hemos dicho ya, está altamente contaminado, no sólo por una grosera industrialización de los alimentos 'reales' sino también por un culto a la imagen que no debería existir a más de una falsa percepción de la felicidad y el éxito.

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Para lograr esto, es necesario sincerarse con esa persona que ve en el espejo cada día. Permitirse escuchar a otros lo que piensan de usted, sin miedos o una posición de defensa. Reconocer errores. Perdonarse. Darse una nueva oportunidad y las que sean necesarias, hasta llegar a su objetivo.

Y como todo, entender que es un proceso, formado por pequeños pasos, que en su totalidad le permitirán encontrarse con la persona que siempre quiso ser, o que ya era pero olvidó en el camino. ¿Listo para empezar? (O)