La afamada canción de José José ‘40 y 20’ habla de un amor entre un hombre maduro y una mujer joven e inexperta, algo que en la actualidad no causa tanta sorpresa.

Pero... ¿Y si la mujer es la mayor? La percepción de la sociedad no es la misma, sin embargo, los motivos y la psiquis de la pareja son similares.

Para Susi Hidalgo, coach y terapeuta de parejas, las razones son diversas, pero todas apuntan a un claro problema psicológico. “A los veinte años un hombre es un niño, la diferencia es casi monstruosa”, aseguró.

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Para Hidalgo, la edad no es solo un número. “La diferencia importa, y mucho, hasta los 26 años se puede considerar a un hombre como un adolescente”, dijo.

La especialista recalca que lo único que puede ver una mujer de 40 años en un joven de 20 es a un hijo. “Lo único que se manifiesta es una carencia en su vida. La mujer que busca este tipo de relaciones usualmente necesita una vida sexual muy activa, una apreciación muchísima más alta y se manifiestan sus problemas psicológicos y traumas pasados y actuales”, indicó.

El miedo al futuro es recurrente para quien es el mayor de la relación, pues el rechazo es visto como un escenario probable.

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Los varones, en cambio, ven en las mujeres maduras a una ‘madre’, alguien que les transmita seguridad en sus vidas, además de una vida sexual más intensa.

Finalmente, Hidalgo explicó que pese a que es muy difícil, sí hay casos que resultan. “Se trata de un encuentro entre dos almas, algo casi imposible”, finalizó. (F)