La gonorrea, una enfermedad de transmisión sexual, es cada vez más difícil de tratar, “incluso a veces imposible”, debido a su creciente resistencia a los antibióticos, advirtió el pasado viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Setenta y ocho millones de personas contraen cada año esa enfermedad, según el organismo. “La bacteria responsable de la gonorrea es especialmente inteligente. Cada vez que utilizamos un nuevo tipo de antibiótico para tratar la infección, la bacteria evoluciona para resistir a ellos”, explica la doctora Teodora Wi en un comunicado de la OMS, y destaca la necesidad de desarrollar nuevos medicamentos.

Basándose en datos de 77 países, la OMS advierte contra una resistencia extendida a los antibióticos más antiguos, que son además los menos costosos. “En algunos países, en particular los de ingresos elevados, donde la vigilancia es más eficaz, se detectan casos de infección imposibles de tratar”.

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Según la OMS, “la menor utilización de los preservativos, el mayor número de viajes, las débiles tasas de detección de la infección, así como un tratamiento inadaptado” contribuyen al aumento de los casos. (I)