Enfrento el cambio con valor y fe.

Cambio
Esas cosas que veo, oigo y siento nunca son exactamente las mismas de un día para otro. El filósofo griego Heráclito dijo que nadie puede entrar al mismo río dos veces. Así como el agua de un río avanza, mi vida está en continuo movimiento. Las estaciones cambian, la gente cambia y yo cambio a medida que crezco en comprensión de la vida, de Dios y de mí mismo. Me preparo para tales momentos viviendo con fe. En vez de vivir en el pasado, enfoco mi energía en edificar una vida satisfaciente sobre nuevas posibilidades. Nunca estoy sin la presencia divina y estable en mi vida. Con la seguridad de que Dios siempre me acompaña, acojo el cambio con valor y fe. (F)

Salmo 46:2