Al orar, recibo respuestas.

Respuestas
Nuevos proyectos y nuevas posibilidades me llenan de gozo y anticipación. También pueden causarme estrés, según considero las opciones que tengo ante mí. Tal vez me pregunte dónde, cuándo y cómo he de proceder. Puedo investigar ideas en libros o pedir la opinión de mis seres queridos, mas sé que solamente buscar respuestas externas puede dejarme con muchas alternativas y más preguntas.

Existe una sola fuente de respuestas: Dios. Cuando busco claridad, oro y recibo mensajes divinos. Consciente de la presencia del Espíritu divino, considero las preguntas en mi corazón. Aprendo a escuchar, y pongo mi fe en el silbo apacible y delicado que susurra las respuestas. Sé lo que me corresponde hacer.

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Mateo 7:8
Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. (F)