Tras diez años de esfuerzos, los investigadores han descubierto una sustancia capaz de penetrar la piel y broncearla sin exponerla a los rayos ultravioletas del sol, evitando así el riesgo de desarrollar un cáncer cutáneo.

A diferencia de las cremas autobronceadoras tradicionales, que solo colorean la capa superficial de la piel, esta molécula actúa estimulando las células que producen pigmentos, cuyo rol es absorber las radiaciones ultravioletas, explican los investigadores.

Según el estudio publicado esta semana en la revista estadounidense Cell Reports, la nueva molécula tiene que someterse todavía a test preclínicos antes de determinar su inocuidad en los humanos.

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Esta sustancia, aplicada como una crema, permite broncear la epidermis de ratones de pelo rojo que, al igual que los humanos, son susceptibles de desarrollar un cáncer de piel como efecto de los rayos ultravioletas.

Los científicos han probado estas moléculas en muestras de piel humana en laboratorio y han constatado que broncean más o menos en función de las dosis de la sustancia y la frecuencia de las aplicaciones, y que este bronceado artificial dura varios días. (I)