Una persona diabética debe saber que, si sigue las recomendaciones de su médico y hace determinados cambios en sus hábitos, su calidad de vida será excelente. Entre lo más importante está el buen equilibrio permanente entre la glucosa y la insulina en sangre.

Si una persona con diabetes no está atenta al control de sus valores de glucosa presentará desequilibrios que podrían tener efectos perjudiciales para el organismo, ocasionando otras afecciones asociadas a la diabetes u otros problemas derivados. (F)