En Galápagos ninguna rana es de cuento de hadas, no se transformará en príncipe encantado; más bien, son criaturas peligrosas para las islas.

Generalmente, se entiende que las ranas son indicadores de un ambiente saludable, sin embargo, lo que aplica en un lugar del mundo, es muy distinto para un entorno diferente.

El caso es que la rana arbórea (Scinax quinquefasciatus) llegó a las islas de polizonte. El archipiélago de Galápagos se encuentra a mil kilómetros de la costa del Ecuador, y nunca estuvo conectado al continente. La única manera en que las especies pudieron colonizarlo fue por aire, por mar o a través de las aves (que la mayoría de las plantas se acercaron de esa manera).

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Las ranas no vuelan y no son ligeras como una semilla para arribar camufladas en el plumaje de un piquero. Solo queda la posibilidad de que fueran transportadas en balsas de vegetación. De esta forma llegaron los reptiles y algunos insectos y plantas. Pero los anfibios no son capaces de sobrevivir una travesía de dos a tres semanas en medio del océano. Debido a su piel permeable no toleran el agua salada; en contacto con el mar se secan porque pierden fluidos vía ósmosis hacia el agua de mar con mayor concentración de sal.

Galápagos ha tenido, por millones de años, poblaciones de reptiles, peces, aves, unos pocos mamíferos, y solo hace apenas casi veinte, un primer anfibio. Por todo lo mencionado es bastante obvio que no han arribado de manera natural.

El primer avistamiento de ranas en Galápagos fue en 1998, en humedales del sur de la isla Isabela, durante el pico de uno de los mayores eventos Niño de la historia. Con la abundancia de lluvia en la costa del Ecuador, la población de ranas había proliferado. Seguramente, algunas tomaron refugio en materiales que vendrían a Galápagos por aire o tierra. De hecho se reportaron ranas en paquetes de vegetales del continente, o incluso en agua estancada en el interior de llantas de automóviles. Al llegar a las islas, como era igualmente un año lluvioso, encontraron las condiciones húmedas necesarias para establecerse.

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Esta especie de rana se encuentra ampliamente distribuida en la zona Litoral del Ecuador continental, como Reserva ecológica Cotacachi-Cayapas, Parque Nacional Machalilla y reserva ecológica Manglares Churute; también hay reportes en el área de Chocó en Colombia. Allá es una especie abundante y estable. Pero en Galápagos representa terrible riesgo para las especies nativas y únicas a las islas. Son voraces predadores. Se ha confirmado que ingieren hasta 69 especies de insectos de las islas. Por tanto también compiten con otros vertebrados, como las aves de los humedales que se alimentan de lo mismo. Producen hasta 3.000 huevos por puesta, migran fácilmente y resisten épocas de sequía. Podrían además ser portadores de enfermedades.

Hoy la rana está ampliamente distribuida en las lagunas del sur de Isabela, en las zonas de vegetación de Santa Cruz y en varias de San Cristóbal (registrada en el 2000). En Floreana no ha sido reportada hasta la fecha.

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¿Como eliminarla? Primero hay que entender sus ciclos reproductivos, su distribución. ¿Tal vez aumentando la salinidad de las lagunas donde viven?

Porque aparentemente los renacuajos no toleran una concentración mayor del 19% de agua marina. Aunque habría que determinar qué tanto se afecta con esto al humedal y sus regulares habitantes.

Hay un largo camino por recorrer; una rana en Galápagos definitivamente no es buena señal. (O)

nalutagle@yahoo.com

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