Así como los huesos necesitan calcio para estar robustos, el cerebro requiere un tipo de ácido Omega 3 para preservar sus facultades.

Se trata del DHA o ácido cervónico que representa el 97 % de las grasas en el cerebro y el 93 % en la retina.

El máster en nutrición Rodrigo Valenzuela Báez, investigador de la Universidad de Chile reveló que nuestra piel y cerebro son lípidos y, el DHA, un ácido graso poliinsaturado de la familia de los Omega 3 y el más importante, se almacena en la corteza cerebral y en la retina, por eso tiene un rol relevante en la actividad cerebral y la comunicación de las neuronas, participando en el aprendizaje y la memoria.

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“Cuando hay déficit de este nutriente en niños, estos presentan dificultad para aprender, además hay menor agudeza visual”, dijo.

Las fuentes naturales de DHA son pescados grasos como atún, salmón, sardinas, algunos mariscos y crustáceos. Lamentablemente en América Latina se come poco pescado, por lo que la industria hoy está produciendo DHA a partir de microalgas y lo adiciona a ciertos alimentos sin cambiarles el sabor. En Ecuador, El Ordeño es pionero en esta iniciativa que tiene éxito en Chile y Bolivia.

Previene Alzheimer
Este nutriente debemos incorporarlo durante toda la vida porque a medida que vamos creciendo, nos protege de problemas cardiacos, controla triglicéridos y está directamente relacionado con la prevención de las enfermedades neurodegenerativas, la primera, la demencia senil. El estudio del corazón de Framingham, la investigación epidemiológica más importante de todo mundo comprobó que un alto consumo de DHA y altos niveles de este nutriente en la sangre pueden reducir hasta en un 47 % el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. (F)

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El DHA es clave para que el cerebro se desarrolle en la infancia y para conservar facultades mentales durante la vejez.Rodrigo Valenzuela, nutricionista investigador.