Es nuestro tema de psicología, pero la fuente de mucha de la información no viene de un psicólogo. Se trata de Robert Safdie, quien ha trabajado en varios países y continentes como especialista en recursos humanos, siendo autor últimamente del libro Aquí mando yo. Cuando un trabajador se refiere a su ocupación como un “sacrificio”, el resultado no solo es nefasto para esa persona, sino para los que lo rodean y sus empleadores.

“Nadie debe resignarse a laborar en condiciones precarias sin seguridad de desarrollo profesional y personal” –dice Safdie– “un ser humano nunca puede renunciar a su autoestima”.  Allí la actitud que cada uno lleva a su ocupación –por más rutinaria o liviana que esta pueda ser– es supremamente vital: cada minuto debe ser un esfuerzo para que el resultado sea fructífero y positivo. Es la clave de una vida plena. (O)