Ben Wald es el nombre que se escucha en los pasillos de hospitales en Estados Unidos. Este joven de 16 años tuvo una idea que podría salvarle la vida a aquellos pacientes que sufren de ataques al corazón, según informó la BBC Mundo en una publicación.

Se trata de un sistema a través del que los cirujanos pueden dejar dentro del pecho de sus pacientes “mensajes” cifrados para que futuros cardiólogos sepan en una situación de emergencia qué cirugías tuvieron antes.

En determinadas situaciones los cirujanos se ven obligados a operar de emergencia a pacientes con ataque al corazón sin saber sobre sus cirugías previas.

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La publicación estima que uno de cada diez pacientes pasó antes por un quirófano para una operación de bypass, por lo que desconocer dónde y cuándo ocurrió esta intervención podría poner en riesgo la vida del paciente.

“Vi que quizás se podrían usar los alambres, cambiándolos de forma, para contar a los cardiólogos del futuro lo que había pasado en la operación original”, describió Wald, quien realiza un curso de preparación para ir a la universidad.

Así, dependiendo de cómo se ve la posición del atado del alambre en la radiografía, los médicos pueden interpretar qué procedimiento se le hizo al paciente en el pasado.

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Según su sistema, el alambre más cercano a la clavícula estaría apuntando hacia arriba para indicar que se está utilizando este código. Y los subsiguientes apuntarían hacia abajo a la izquierda o a la derecha para dar información sobre cuántos injertos se hicieron y dónde están, explica la publicación. (I)