Dos fotografías, una en blanco y negro y otra a color, en la que aparecen dos jóvenes actrices, Bárbara Fernandes y Adriana Bowen, abrazándose desnudas, captó a inicios de semana la atención del público. El objetivo se logró, dice Michy Zelaya, director de la obra Mi casualidad, en la que ambas artistas intervienen y por las que se generaron las imágenes en las redes sociales.

“Justamente era lo que queríamos, que la gente empiece a hablar y que se vuelva un tema, un tema que de hecho lo es, y es lo más cotidiano que hay, pero nadie quiere hablar de eso, dialogar sobre este tipo de cosas, sobre el amor, la sexualidad, la homosexualidad”, dice Zelaya.

El también actor afirma que, a diferencia de otras producciones, en las que se aborda la homosexualidad de “manera cómica, vulgar, satanizándola o haciéndola menos”, sin empatizar con la temática, los motivó a montar esta pieza teatral.

Publicidad

Mi casualidad es escrita por José Rengifo, con idea original de Zelaya, quien también la dirige y con Fernandes y Bowen como únicas participantes.

“La obra trata de dos mujeres que tuvieron una relación, y en la obra se trata sobre su ruptura, que hay presión social, problemas, decepciones y todo lo que puede acarrear su vida homosexual”, explica Zelaya, quien en un primer momento pensó realizarla con dos protagonistas masculinos.

Fernandes, quien da vida a Rebeca, afirma que la parte crucial de sus papeles fue durante la investigación previa al desarrollo de su personaje: “Tuvimos que investigar y ver la diferencia entre identidad de género y orientación sexual y empezar a entender a profundidad, conversar con personas de la comunidad GLBTI, ver series, películas, novelas (...) esa parte fue importante, sumergirnos en el contexto histórico del Ecuador en relación con la comunidad GLBTI”, agrega.

Publicidad

Bowen, quien interpreta a Cristina, sostiene: “Cuando estábamos trabajando en el cuerpo, haciendo movimientos, hubo una conexión muy fuerte entre Cristina y Rebeca, en la que sin que usar las manos, nos tocamos absolutamente todo (...), lo mejor que me dejó este proyecto es que no importa el color, ni la raza, ni el sexo, sencillamente es amor”, dice.

La obra estará en escena durante tres semanas, en Pop Up Teatro Café, en Circunvalación Sur 405 y Ébanos. (E)