Emprender un viaje en avión puede ser todo un proceso, tanto para el pasajero como para la aerolínea. Con un mundo que se hace más pequeño gracias a la aviación, las empresas aéreas tienen que tratar con todo tipo de clientes, muy diferentes los unos de los otros.    

La empresa Copa Airlines indica que el viajero ideal es normalmente difícil de encontrar. Este suele tener carácter agradable, es de fácil trato, empático, adaptable y propositivo. Pero dado que pocas personas pueden llegar a ese ideal, partiendo de los diferentes momentos de un viaje (previo a abordar, durante el vuelo y en el destino), se puede identificar los siguientes tipos de viajeros:

Previo al despegue

El atrasado: Normalmente se trata de un pasajero que siempre llega tarde a cualquier sitio o actividad. El aeropuerto es -por lo tanto- solo un lugar más con el detalle de que la demora puede marcar la diferencia entre unas inolvidables vacaciones o un triste: el vuelo está cerrado.

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Gracias a herramientas como el web check in, este tipo de viajero puede, sino llegar puntual, al menos contar con tiempo extra. Una línea aérea maneja un tiempo máximo de espera de 1:30 por sobre la hora final y luego de este lapso no será posible abordar.

El olvidadizo o descuidado: El que siempre olvida algo entra como uno de los tipos de pasajeros con un alto grado de posibilidad de vivir situaciones estresantes. Por este motivo, en el tema de documentación se recomienda que el viajero con esta tendencia escanee su pasaporte, seguro médico internacional o cédula de identidad para poder acceder a ellos en caso de emergencia.

El que siempre tiene problemas con su equipaje: Se trata de aquel viajero que ha tenido recurrentes inconvenientes ya sea por el peso de su equipaje a la hora de realizar su check in o por otro lado problemas con aduanas por el tipo de cosas que puede transportar con él. Para el primer problema es necesario tomar en cuenta que generalmente siempre se vuelve con más peso del que se salió por lo tanto se sugiere viajar con lo indispensable y considerar los parámetros de la aerolínea al respecto (número de equipaje permitido, tamaños y peso, costos asociados al exceso de equipaje, entre otros). Para la segunda situación, hablar con la aerolínea o con su operador turístico sobre los productos que puede llevar o traer a su regreso puede ahorrarle tiempo y momentos no tan agradables durante su viaje.

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El puntual: Para el que siempre llega puntual, inclusive yendo más allá de la hora adecuada para cumplir a cabalidad con el tiempo de antelación recomendado para su tipo vuelo (nacional o internacional), podrá encontrar cada vez más actividades en las que invertir su tiempo. Ya sea realizando compras en las tiendas del aeropuerto, tomándose el tiempo para degustar algún aperitivo, para darse un masaje relajante o disfrutar de alguna lectura entretenida; este tipo de viajero podrá esperar su llamada siempre con total tranquilidad.

Durante el vuelo

El nervioso: Muchas personas pueden sentirse ansiosas y preocupadas antes de iniciar un viaje en avión. En este sentido, expertos recomiendan concientizar al pasajero de que, estadísticamente, el avión es el medio de transporte más seguro. También resulta de ayuda el realizar ejercicio moderado o de relajación antes de dirigirse al aeropuerto y evitar bebidas estimulantes.

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El dormilón: Es también uno de los tipos más envidiados, es capaz de encontrar la posición más cómoda para conciliar el sueño, ni el hambre, ni las turbulencias, tampoco el llanto de un bebé durante el trayecto, nada excepto la voz del capitán anunciando que están próximos al descenso pueden despertarlo. Así, llega a su destino con la energía recargada para iniciar con su aventura o con una nueva experiencia de negocios.

El tecnológico: Se trata del viajero que tiene en su poder toda la tecnología que existe en el mercado para hacer más agradable su viaje. De hecho, se puede pensar que su principal motivación a la hora de viajar es adquirir el último aparato de este estilo que se ofrezca o en las tiendas especializadas de los aeropuertos o mejor aún en el lugar que visitará.

El lector: Se trata del pasajero apasionado por la lectura que encuentra, en el tiempo de vuelo, un precioso espacio para disfrutar de uno o varios de sus libros favoritos que seleccionó cuidadosamente o que tuvo la suerte de encontrar en una de las librerías del aeropuerto. Para este viajero, mientras más largo resulta el trayecto.

El fan del entretenimiento a bordo: Este tipo de viajero sacará el máximo provecho de toda la selección musical o de la programación preparada por la aerolínea. 

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En el destino

El aventurero: No le importa no tener ni idea a donde está yendo. Cree que la mejor manera de conocer cosas nuevas es perderse y explorar todos los rincones de la ciudad. Nunca dirá que no a un plan que se le proponga.

El cultural: Busca que su experiencia de viaje sea enriquecida con un acercamiento a la gente nueva de otras culturas. Se ha preocupado por estudiar con anterioridad los principales diferenciadores del país que visita para promover un viaje que vaya más allá de unas vacaciones a una vivencia lo más cercana a la esencia de su destino.

El lujoso: Parte de su planificación incluye un elevado presupuesto que le asegure acceder a exclusivos hoteles con todas las comodidades dentro de ciudades que le brinden los mejores lugares para relajarse, actividades lúdicas, centros comerciales o importantes restaurantes de renombre de los que hablar a su regreso. (F)