Dr. Eduardo Santillán

Otro de los indicadores de que su esposo, novio o conviviente padece de ‘mamitis’ es el siguiente: Padece de severa inmadurez. Se niega a crecer, en ciertos casos ni siquiera se dan cuenta que continúa comportándose como un niño, lo cual inconscientemente le incita a pensar que su mamá estará ahí para solucionar y remediar no solo sus problemas o dificultades, sino también las pequeñas decisiones que todo hombre debe asumir en su vida e incluso a decidir sobre los gustos que ‘debería’ tener.

Teniendo el varón ya su pareja, creerá él que su compañera será un complemento de su madre, mientas esta exista; al fenecer espera que ella la reemplace y que sea más ‘madre’ que esposa. Un indicador también de ‘mamitis’ es cuando él vive con su mamá. Si su pareja tiene más de 30 años y vive con su madre que lo consiente, es su cómplice y lo atiende, preparándole las comidas con su toque ‘materno engreidor’, le lava y plancha su ropa, como solo ella sabe hacerlo.

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O si ya tiene su residencia él pretende a toda costa estar muy cerca de ella, a menos de unos pocos kilómetros, de acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Michigan de Estados Unidos de América. Indudablemente la ‘mamitis’ masculina es un desintegrador de los matrimonios, porque el cónyuge o novio lo requiere, porque la cónyuge o novia lo tolera o soporta. Y porque impide que cada uno dentro de la vida conyugal y familiar ocupe el rol o papel que debe desempeñar! (O)