A partir de cierta edad es frecuente experimentar algún grado de pérdida auditiva y las personas suelen asociarlo con el paso de los años.

Según un estudio publicado por Journal of Neuroscience de Estados Unidos, conforme se avanza en edad se revela en nuestros oídos un factor acumulativo. Si llevamos mucho tiempo soportando altos niveles de ruido, poco a poco empezaremos a notar las consecuencias.

Diario El País de España señala que estos daños pueden tener su origen en la juventud, sobre todo en la actualidad, donde la mayoría de adolescentes utilizan audífonos tecnológicos con sonido en alto volumen.

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Como resultado, se produce “un daño en las células pilosas de oído, responsables de que podamos oír”, señala el portal del Servicio Nacional de Salud de EE.UU.

El diario español añade que la pérdida de la capacidad auditiva puede estar motivada, también, por enfermedades relacionadas con la edad, como la hipertensión o la diabetes, así como por un efecto secundario de medicamentos como algunos antibióticos o los fármacos que se emplean en quimioterapia que pueden ser tóxicos para el oído. (I)