Tengo 2 niños de 14 y 9 años y mi preocupación es que pelean mucho, se pasan diciendo apodos. Noto un desinterés por los estudios, debo sentarme con ellos para que cumplan los deberes. La forma de alimentarse es otro problema, no se llenan con nada, quieren terminarse la comida de la nevera en un día. No me obedecen y son resabiados, el mayor se pone grosero cuando no se le da permiso para que salga, debo pegarle para que se comporte. No quieren colaborar en hacer compras, tampoco en el trabajo del cual vivimos. El padre pasa trabajando y llega en las noches, y yo tengo que lidiar con ellos todo el día. Adónde puedo recurrir, ya que deseo que mis hijos valoren el sacrificio que uno hace por ellos, que sean más humildes.

Corina, Guayaquil

Estimada Corina, al momento sus hijos están pasando por una edad difícil (pubertad y adolescencia), lo cual explica aunque no justifica el comportamiento que están teniendo. Es difícil cuando empiezan a crecer y pasan de una etapa evolutiva a otra, puesto que como padres nos cuesta crecer con ellos y seguimos pensando y tratándolos como si fueran aún niños, tal como usted lo expresa.

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Es importante que usted y su esposo conversen y se pongan de acuerdo en algunos principios a fomentar en sus hijos, a pesar de que él pase fuera de la casa la mayor parte del tiempo, necesita darle el apoyo emocional y la autoridad, la cual él también puede ejercer cuando llega a casa. Además, deben tener la confianza y firmeza de que ustedes son quienes deben llevar el control de la educación y disciplina de sus hijos, ellos aún están en formación.

A continuación menciono algunos aspectos que sería bueno que consideren, conversando y haciendo acuerdos antes de darlos a conocer a sus hijos. Ellos necesitan contar con reglas claras en cuanto a las responsabilidades que tienen como miembros de la familia:

1. Pelean mucho. Esta situación es normal, más aún cuando los dos son varones, sin embargo, prohíbales que usen términos ofensivos o denigrantes entre ellos, de suceder esto deben recibir un castigo, el cual ya debió ser previamente establecido, en este punto le recomiendo que les asigne tareas y tengan la oportunidad de realizar actividades al aire libre.

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2. Desinterés por los estudios. Establezca horarios de comida, descanso, tiempo libre y tareas, ofrezca algún estímulo cuando han logrado cumplir con ellas (salir a jugar pelota), y si no las realizan, prívelos de algo que les guste (internet, celular, videojuegos).

3. No se llenan con nada. Sus hijos se encuentran en una edad en la cual su apetito se incrementa, ya que están en desarrollo, sin embargo, es importante que usted establezca horarios para las comidas y les dé entre comidas algo para picar que los sacie y sea nutritivo, a fin de que no se afecte su salud; por ello, sea usted quien acuerda con ellos lo que van a comer y las horas.

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4. Groserías y ofensas. Esto es algo que bajo ningún punto de vista puede permitir. Quizá lo hacen por presionarla, para que finalmente haga lo que ellos quieren; hable con ellos y deje claro que no va a permitir este tipo de actitudes. Nuevamente aplique correctivos establecidos junto con su esposo.

5. No quieren colaborar. No es bueno recargar a los hijos con exceso de tareas y responsabilidades, piense que la colaboración de ellos en su negocio puede ser los sábados, media jornada, lo cual les va a permitir tener tiempo para actividades de su interés, son fundamentales los horarios.

Finalmente, Corina, tenga presente que las reglas las ponen usted y su esposo. Una vez que con él hayan definido los puntos mencionados, los dos deben hablar con sus hijos y comunicarles lo acordado por ustedes a partir de este momento. No se desgaste con gritos y amenazas constantes, lo importante es la firmeza y constancia que tanto usted como su esposo ejerzan sobre sus hijos, sin dejar de lado el escucharlos, tener momentos a solas con ellos por separado, lo que también puede ayudar. (F)

Mónica Llanos Encalada,
Orientadora familiar.
Telf.: 099-183-9592.

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