Científicos del Instituto Roslin de Edimburgo revolucionaron al mundo por la primera clonación de un mamífero.

No hay duda de que todos conocen o al menos han escuchado de la oveja Dolly por ser el primer mamífero clonado de la historia, lo cual es considerado como uno de los avances más sorprendentes para la ciencia.

Hace 20 años, el 5 de julio de 1996, nació un cordero bautizado como “6LL3”, pero el ganadero que ayudó durante el parto sugirió el nombre Dolly Parton, en alusión a la cantante de country norteamericana. La célula clonada procedía de una glándula mamaria y quisieron hacer honor a los pechos de la artista.

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Dolly, que pasó 148 días en gestación, fue resultado de una combinación nuclear desde una célula donante diferenciada a un óvulo no fecundado y anucleado .

La oveja siempre vivió en el Instituto Roslin y fue cruzada con un macho cabrío de las montañas Welsh. Tuvo seis crías: en su primer parto nació Bonnie (1998), en el siguiente los mellizos Sally y Rosie (1999) y los trillizos Lucy, Darcy y Cotton.

Sus creadores, los científicos del Instituto Roslin de Edimburgo , Ian Wilmut y Keith Campbell, informaron del avance el 23 de febrero de 1997.

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Su padre, el británico Wilmut, indicó que el experimento demostró que las células se pueden modificar y ser estudiadas para eventualmente llegar a entender enfermedades que no comprendemos y desarrollar una cura.

Luego de seis años, Dolly tuvo complicaciones en su salud y fue sacrificada por padecer una enfermedad pulmonar degenerativa. Tras convertirse en el mamífero más famoso del mundo, su cuerpo fue disecado y es exhibido en el Museo Nacional de Escocia.

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Para el médico investigador especialista en Medicina Interna y Genética Fabricio González, la clonación es uno de los grandes pasos en la ciencia moderna y considera que su aplicación es más factible cuando se resuelven problemas médicos, esto es, clonar órganos para enfermedades crónicas y catastróficas. Agrega que este mecanismo permite probar la cura de ciertas dolencias como párkinson y diabetes.

González, considerado como uno de los mejores científicos de las universidades del Ecuador, es consciente de que muy pocos profesionales de la rama existen en el país y acepta que aún la genética es incipiente y no está desarrollada. Indicó que no hay apoyo gubernamental ni un centro que se dedique a ese campo, por lo que sostiene que impulsar esa tecnología es casi nula.

El galeno piensa que hay límites técnicos y éticos, los primeros se darían porque existen márgenes en las células madres adultas que se usan para clonar. A esto se suma que algunas células mutan y causan tumores en los pacientes, hecho que no se puede controlar. En tanto que lo ético se basa en las creencias religiosas, es decir, en creer que con la clonación se va en contra de los deseos del ser divino.

¿Después de Dolly?
En 2013, el científico responsable de crear a la oveja Dolly informó del hallazgo de restos de sangre y tejidos musculares en el cuerpo de un mamut lanudo bajo el hielo de Siberia. Ian Wilmut cree que con los restos se podría clonar al animal que desapareció de la faz de la Tierra hace 10.000 años.

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El proceso se basa en extraer núcleos de diversas células del mamut e insertarlas en óvulos de elefantas asiáticas para generar un embrión con sus genes que luego se implantaría en el útero de una elefanta en el que se gestaría el feto durante 22 meses. El método presenta dificultades como mantener las células del mamut con su ADN intacto.

Para González sí es posible clonar un mamut, pero considera que no se sabe con certeza los efectos adversos que puedan generarse. Citó como ejemplo los problemas encontrados en el caso de Dolly: el primero, su envejecimiento prematuro; y segundo, la memoria genética que puede activar mecanismos que desarrollen enfermedades o cáncer.

Visita a Quito
El 1 de julio de 2003, el científico Ian Wilmut arribó a la capital para participar del congreso “Trascendiendo fronteras en medicina”, organizado por el Hospital Metropolitano, que tuvo como propósito promover la investigación en ciencias básicas.

Su visita fue considerada un hito para el desarrollo científico en la región. En declaraciones a la prensa, Wilmut se mostró opuesto a la idea de clonar seres humanos y lo consideró como “peligroso e irresponsable”.

Esta idea la comparte el médico Fabricio González y afirmó no estar de acuerdo con la clonación completa de una persona, pero sí con la terapéutica, animal y de tejidos u órganos humanos. Asimismo, negó que hasta ahora se haya clonado humanos y aclaró que aún no existe la posibilidad técnica para hacerlo.

Raza superior
Adolf Hitler, el Führer (líder) del partido nazi, creía que las características, habilidades, actitudes y comportamientos de una persona estaban determinados por su presunta constitución racial. De aquí surge la eugenesia nazi que consistió en una serie de políticas sociales que situaron a la mejora de la raza.

La eugenesia se refiere a la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana.

Los judíos eran su principal enemigo y ejemplo de no ser una “raza superior” y atribuyeron una amplia variedad de estereotipos negativos hacia su religión, a la cual consideraban de irrelevante. Pero no eran los únicos, también los polacos, afroalemanes y a los que se oponían al régimen nazi.

Las personas con discapacidades físicas y mentales eran vistas como una amenaza para la pureza genética aria y no merecían vivir. Este colectivo era perseguido para ser asesinado en el marco de lo que los nazis llamaban programa T-4 o de eutanasia.

Se refiere a la cooperación de médicos alemanes que revisaban los expedientes médicos de los pacientes de instituciones para determinar qué personas con estas limitaciones debían ser asesinadas. Estas personas eran llevadas a las cámaras de gas y sus cuerpos eran quemados en grandes hornos a los que se llamaba crematorios.

¿El exterminio de Hitler y su afán de que gobierne la “raza pura” en el mundo quizás llevó a los científicos hacia la clonación? ¿Será la “creación de nuevos seres” con anticuerpos lo que elimine las enfermedades? ¿Hasta dónde se llegará con este tema?

Para el médico investigador Fabricio González, no hay razones ni siquiera eugenésicas como para que se justifique el genocidio ejecutado por los nazis. “La búsqueda de una raza pura es una atrocidad y solo ha servido para justificar los delirios del poder. Tampoco hay ningún parecido con la clonación”, señaló.

Según el galeno, la clonación es un proceso científico que tiene que servir a la humanidad, producir beneficios y no ser malinterpretada. “No debemos satanizar la clonación terapéutica ni confundirla con la eugenesia nazi”, puntualizó. (I)

*Ciertos datos de la oveja Dolly fueron escogidos del diario ABC.