La Asociación Americana de Libertades Civiles (ACLU) demandó un decreto aprobado por legisladores puertorriqueños que convoca a 40 días de ayuno y oración.

La ACLU dijo en un comunicado divulgado ayer que el decreto viola la separación entre la Iglesia y el Estado.

El decreto fue aprobado en febrero después de que el presidente de la Cámara de Representantes puertorriqueña, Carlos Méndez, dijo que la isla necesitaba la intervención divina para salir de una prolongada recesión.

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El decreto llama a la “purificación espiritual, material y social” de la población.

Desde el 26 de febrero se realizan reuniones voluntarias en las iglesias todos los días de las cinco a las seis de la mañana.

“Puerto Rico no está en la mejor posición. Cuando las naciones lo han reconocido, han pedido a Dios respuesta a los conflictos y Dios ha respondido. Yo creo en la intervención divina y no lo veo como una imposición”, declaró a la prensa días atrás Carlos Méndez.

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Dejó claro que los legisladores pueden participar voluntariamente de la actividad.

La ACLU pidió una orden federal para bloquear el decreto y ha cuestionado si las reuniones se organizan con fondos públicos. (I)