Robert Lustig, profesor de Pediatría Clínica en la División de Endocrinología en la Universidad de San Francisco en EE.UU., sostiene que el principal problema con el azúcar y la fructosa es el hecho de que el hígado tiene una capacidad muy limitada para metabolizarla.

Según el experto, puede metabolizar sin ningún problema, seis cucharaditas de azúcar por día, pero la persona promedio en Estados Unidos ingiere 22 cucharaditas diarias y todo ese exceso puede derivar en otras enfermedades, aparte de la diabetes, como problemas cardiovasculares, hipertensión, demencia e incluso cáncer.

Por otra parte, Martha Serrano, endocrinologa, explica que el exceso de azúcar también genera otras complicaciones. La dieta influye en las enfermedades mentales; ingerir mucha azúcar podría generar estados de ánimo como la depresión y la adicción. También puede influir en el tratamiento de la esquizofrenia al suprimir el factor neurotrófico, relacionado con el cerebro y la hormona del crecimiento. (F)