Pocos son los instantes que Daniela se aleja de sus crías. La mayoría del tiempo esta leona, de edad media, se la pasa jugando o acicalando a sus cuatro cachorros nacidos hace dos meses y medio. Durante el feriado, estos juguetones se han robado la atención de quienes visitan el zoológico de Guayllabamba, ubicado en la parroquia del mismo nombre, a 25 km de Quito.

El director del zoológico, Martín Bustamante, explica que aún no es posible determinar el sexo de los animales, debido a que eso solo se puede saber cuando lleguen a su etapa juvenil. Sin embargo, sostiene que luego de la primera revisión veterinaria se sospecha que son dos hembras y dos machos.

Agrega que los felinos en estos días se encuentran en una fase de transición: del periodo en que se alimentan solo de leche materna, a aquel en que ya comen carne. El consumo de carne para un león adulto podría costar entre 60 y 70 dólares por semana, lo que resulta manejable, señaló.

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Los cachorros aún no tienen nombre, porque no se sabe cuánto tiempo se van a quedar allí. Existe la posibilidad de que sean trasladados a otro centro de rescate, pero esto no quiere decir que el zoológico de Guayllabamba no tenga la posibilidad de mantenerlos, refirió Bustamante.

El director de este centro también comenta que quienes deseen observar a los leones pueden hacerlo en las mañanas los martes, jueves, sábados y domingos.

En el mismo espacio, pero separado por una especie de celda, está Melchor (un macho adulto), que pasa su tiempo con una leona llamada Samanta. De acuerdo con los veterinarios del zoológico, por el momento es preferible provocar un acercamiento progresivo con los cachorros. Esto es para evitar cualquier rechazo de los felinos mayores.

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Los especialistas cuentan que Melchor fue sometido a una vasectomía, pues por políticas del zoológico no se quiere promover la reproducción descontrolada de estas especies.

El alumbramiento de Daniela fue posible, dicen, porque la leona estaba en un proceso de cortejo reproductivo. Explican que de haber sido interrumpida esta etapa, podría haberle provocado problemas de salud, como por ejemplo: quistes, tumores o inconvenientes en las glándulas mamarias.

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El espacio no solo cuenta con felinos, sino con otras especies. Hay áreas destinadas para aves y reptiles. También está dotado de diversos ecosistemas, ideales para que estos animales vivan y para que tanto el público en general como investigadores lo visiten.

El zoológico de Guayllabamba recibe entre 245 y 250 mil personas al año, según estiman los encargados del lugar. Está abierto todos los días, de 09:00 a 17:00. Las entradas cuestan $ 4 (los niños) y $ 5,50 (los adultos). (I)