El amor inspiró a los estilistas en esta cuarta jornada de la Fashion Week de Milán con colecciones prêt-à-porter para el próximo invierno mixtas que juegan con los vínculos de la pareja, como la colección de Bottega Veneta o Antonio Marras.

Bottega Veneta hizo desfilar juntos a hombres y mujeres. Tomas Maier erigió el 'chic' discreto en la última frontera del lujo con una colección refinada y sobria. Las siluetas semilargas, ceñidas en la cintura, con los hombros levemente realzados, rememorando los años 1940 con un acento de los 80.

Con medias negras y guantes de cuero, cartera en bandolera, las modelos alternan trajes y abrigos cruzados en cachemira de líneas sólo esenciales y de colores unidos que van desde los tonos sombrío al ocre, naranja o en tierra de Siena, con pantalones de estilo jodhpur o vestidos con mangas globo.

Publicidad

No hay lugar para adornos. Sólo se autorizaron minúsculas cabezas de alfiler claveteadas con la forma de un dibujo en una manga o en los flancos de una prenda, así como pelos largos de cabra negra en algunos hombros o en los abrigos Yeti con reflejos rosa y plateados.

Para la noche, el laminado es de rigor con vestidos tubo delicadamente arrugados como papel sulfurizado, el que recubre los chocolates.

El hombre, que acompaña a la Señora, no le hace sombra, y adopta un vestuario simplísimo. Con pantalón de algodón blanco y abrigo con amplias solapas. Apenas se le autoriza un amplio moño que utiliza de noche como de día.

Publicidad

La pareja es decididamente más impetuosa según Antonio Marras, en donde se escucha vajilla que se rompe mientras desfilan los modelos. Los cuerpos se enlazan y se desenlazan al ritmo de un apasionado tango, mientras que los vestidos de tartán, seda impresa o terciopelo acarician con ligereza sobre le cuerpo. (I)