Aunque no se trata de la enfermedad como tal, la prediabetes debe ser tomada en serio y procurar tratarla lo antes posible, pero para ello es necesario conocer algunas de las señales que te alertan de su existencia.

Una de ellas es tener una barriga abultada, para determinarla con exactitud se puede dividir la medida de la circunferencia de la muñeca por la altura de la persona (ambos en pulgadas). Si el resultado es mayor de 0,5 es posible que exista riesgo de padecer diabetes.

Otra señal es el consumo regular de bebidas azucaradas, puesto que esto aumentaría en un 46% las posibilidades de sufrir la enfermedad, explica un estudio publicado en la revista ‘Journal of Nutrition’.

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De igual forma incluya el factor hereditario como facto de riesgo, puesto que según la misma investigación, los jóvenes entre 18 y 29 años que tengan antecedentes de diabetes en su árbol genealógico, tienen posibilidades de desarrollar prediabetes en los próximos cinco años en un 79% más que aquellos que no tienen ese factor.

Por último, un estudio de la Universidad de Maastricht, en Holanda, determina el sedentarismo como otra señal, por cada hora extra de tiempo diario que se permanece sentado (delante del ordenador, viendo la TV, tumbado en la cama, etc.) se asocia con un 22% más de riesgo de desarrollar diabetes. (F)