Comprender esta época de cambio, de reconocerse, de mirarse a través del otro fueron los objetivos del último taller que se desarrolló en la fundación Jambi Huasi con 20 participantes, informó el portal eltiempo.com.ec.

En una habitación pequeña, yachacs, mamás y niños se encontraron en círculo frente a una chakana dibujada en el piso, que contaba con los cuatro elementos vivos: agua, fuego, luz y tierra. Se tomaron de la mano, se abrazaron e iniciaron con un encuentro desarrollado en la sede de la organización.

Collares, camisa y pantalón bordados de color blanco era el atuendo que vestían los hombres, uno de ellos era Germán Molina, yachac Quitucara y exponente en este encuentro.

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Explicó que estos talleres son importantes para que los agentes de la medicina ancestral del Azuay reconozcan los principios, redescubran su identidad y cuál es su forma de sanar auténtica, señaló el portal eltiempo.com.ec.

“Nuestra misión es recuperar en los pueblos sus costumbres milenarias, ya que nuestros hermanos runas están confundidos, atemorizados, fueron despreciados durante 500 años de oscuridad, a consecuencia de la llegada de los hermanos occidentales”, añadió Molina.

Para el yachac Quitucara, desde hace 25 años están en un nuevo despertar. “Debemos todos volver a la sabiduría, a través de la espiritualidad que está en el ser y en la naturaleza; y con ello sentirnos orgullos de quiénes somos y de dónde venimos”, señaló.

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El tallerista boliviano Irpa Caral coincide con Molina en que hace dos décadas el ciclo de luz empezó a tomar fuerza con los conocimientos de pueblos y nacionalidades indígenas. En esa fecha “se devela la sabiduría y comenzamos a entender lo que nos sucedió”, agregó. (I)