El terrier está tranquilamente olisqueando sobre la hierba cuando de repente aparece un perro joven y se va corriendo hacia él. Travieso, el animal da saltos alrededor del otro perro, que con 15 años le aventaja bastante en edad.

El terrier se aparta pero el joven visitante no le da tregua. La dueña del terrier pide que tomen al animal por la correa. "Ya se apañarán entre ellos", le responde la propietaria del otro animal.

Encuentros de este tipo están a la orden del día. Pero lo cierto es que no siempre se dan de forma pacífica y hay muchos dueños de perro que se quejan de la falta de consideración que muestran otros.

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Los educadores de perros abogan por el respeto mutuo entre los dueños de animales. "Mi perro no debe tener vía libre para molestar al de otro", explica Julia Dittmers, educadora de perros alemana. No es cierto, prosigue, que los perros sean siempre capaces de apañarse entre ellos en esas situaciones.

"Lo más importante es no permitir que un perro que está suelto vaya corriendo hacia otro que está atado", dice por su parte Chris Maron, también educadora. Pero, ¿qué hacer cuando el animal actúa ya por propia iniciativa y no hace caso a lo que le estamos gritando? Entonces no queda más que correr tras él, atarlo y pedir perdón al dueño del perro al que esté molestando.

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En cualquier caso, hay que tratar de evitar llegar a esas situaciones y para ello, lo que hay que hacer es educar bien al perro para que no ocurran cosas así durante el paseo.

Es importante que el dueño se convierta en algo interesante para el animal cuando ambos están fuera de casa. Es decir, el dueño debe tratar de amenizar la salida del perro, intentar que cada vez sea distinta para mantenerlo entretenido, ya sea haciéndole que busque algo o llevando algún juguete.

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Además, hay que preocuparse por mantener un entrenamiento consecuente y diario en estos menesteres de no molestar a otros perros. Hasta que lo aprendan del todo, es necesario llevarlos con correa para poder intervenir si es necesario.

Y en el caso de ser el dueño del perro hacia el que va corriendo otro que no está atado, "lo importante", dice Dittmers, "es no entrar en pánico".

Quien tema que puede haber una confrontación entre su perro y otro, debe interponerse entre ello antes de que eso ocurra y gesticular hacia el otro, ordenándole con la voz que se vaya. Si no reacciona como esperamos, se le puede lanzar una golosina para que vaya a por ella. Así damos opción a que llegue su dueño antes de que haya terminado de comerla.

En caso de que llegue a producirse una pelea, hay que soltar a nuestro animal. Así al menos damos opción de que se equilibren las fuerzas, dice Maron.

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No obstante, los encuentros no siempre son pacíficos aunque los dos perros vayan atados. "Esto tiene que ver con el hecho de que ven limitadas sus posibilidades de expresión", dice. Al ir atados, no pueden hacer un movimiento para esquivar al otro. Por eso es importante dejar siempre espacio al animal para que pueda hacerlo, evitando caminar de frente hacia otro perro. (I)