La Congregación para la Causa de los Santos comunicó al arzobispo de Guayaquil Monseñor Luis Cabrera Herrera que ha nombrado como Siervo de Dios al fallecido Monseñor Juan Ignacio Larrea Holguín, citando una carta enviada por la Congregazione Delle Cause del Santi con sede en Roma.

Mediante el Oficio Prot. N. 439/2016 del 18 de octubre de 2016, el Prefecto de la organización de la iglesia católica, Cardenal Angelo Amato, comunica esta noticia que allana el camino para que "la Causa de beatificación y Canonización del Siervo de Dios Juan Ignacio Larrea Holguín pueda seguir su curso".

“Como Su Excelencia podrá notar en el mismo Oficio de la Congregación, el trato dado a Mons. Juan Ignacio Larrea Holguín es de Siervo de Dios”, indicó el padre Omar Mateo en un comunicado.

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El monseñor Juan Larrea Holguín estuvo catorce años al frente de la Arquidiócesis de Guayaquil. Una estatua suya reposa en una de las esquinas de la Catedral de la ciudad.

En su vida se dedicó además a ser jurisconsulto, catedrático y pintor. Se involucró con la investigación del derecho, una de sus más grandes aficiones a la que dedicó la escritura de 60 libros sobre temáticas como derecho civil, jurisprudencia.

El arzobispo, quien nació en Buenos Aires (Argentina) mientras su padre ejercía de diplomático, cursó estudios de educación básica en Ecuador (colegio La Salle de Quito), Perú y Argentina.

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Estudió Filosofía y Teología para el sacerdocio, se graduó de doctor tanto en Jurisprudencia como en Derecho Canónico. Además fue el primer miembro de la prelatura del Opus Dei en Ecuador.

Por su labor entregada a la investigación fue condecorado por el Gobierno Nacional con el premio Eugenio Espejo y la Orden de San Lorenzo en el grado de Gran Oficial, en 1999 y 2000. La última presea fue en honor a sus 50 años de ejercicio como abogado.

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Desde su renuncia a la Arquidiócesis de Guayaquil hasta su muerte en el 2006 a causa de un cáncer, Larrea fue designado arzobispo emérito de Guayaquil, cargo que le permitía seguir gozando de los beneficios del clero.

Durante su labor al frente de la Arquidiócesis de Guayaquil promovió la beatificación de santa Narcisa de Jesús. (I)