Más de 2.000 personas protestaron ayer en San Petersburgo, Rusia, contra la intención de las autoridades de la ciudad de entregar una prominente catedral a la Iglesia Ortodoxa Rusa en medio de una controversia en torno a la relación entre la Iglesia y el Estado.

“No entregaremos San Isaac a la iglesia. Queremos preservarla como museo“, dijo el legislador local Boris Vishnevsky ante los manifestantes en el centro de San Petersburgo.

“La Catedral de San Isaac es parte de nuestra herencia cultural. Hay muchas exposiciones valiosas que necesitan la labor de especialistas en museos. La Iglesia Ortodoxa Rusa carece de esos especialistas“, dijo la doctora Irina Azbel, de 43 años en la manifestación.

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La movilización fue considerablemente mayor a otra en la que participaron centenares de personas a principios de mes.

Poco más de diez personas efectuaron una contraprotesta en el mismo lugar en apoyo a los planes de la ciudad. “La devolución de la catedral a la iglesia es un regreso a nuestras raíces nacionales“, dijo la docente Yelena Semyonova.

El anuncio efectuado a principios de mes de que la catedral de estilo neoclásico de San Isaac sería puesta bajo la propiedad de la Iglesia Ortodoxa suscitó severas críticas de los habitantes.

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La catedral funciona como museo en la actualidad. Más de 200 mil personas firmaron una petición en internet en la que piden a las autoridades a reconsiderar la decisión. Expertos han manifestado su preocupación de que se descuiden las piezas del museo al pasar el sitio a la iglesia. (I)