Kariño Universo se titula el segundo disco del artista Fabrikante. “Tiene 13 canciones, es un disco que mezcla música electrónica, rap e instrumentos ancestrales de Ecuador y México, como el silbato de barro”, señala el guayaquileño.

El artista explica que el silbato de barro tiene sonidos particulares, porque no están afinados en 4-40 como todos los instrumentos que generalmente se compran en las tiendas.

Según el artista, estos instrumentos se hacen con tierra y tienen una afinación única y son propios de los rituales de sanación de la diosa Umiña, ejecutados por los antepasados de la Costa ecuatoriana.

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La producción discográfica contiene como temática el agradecimiento a la vida, de acuerdo con su autor. “Muchas veces vemos solo lo malo y así nos metemos en una cárcel y nos encerramos, pero este disco trata de recordar que en la vida igual está el lado chévere, el lado bonito, la vida es algo que nos regala un montón de oportunidades y que cada día es un milagro”, indica el cantante y además resalta que el disco no es “serio” sino que viene impregnado de alegría y festejo.

Memoria y profecía de doña Petita Pontón fue su primer trabajo, en el cual el único instrumento que empleó fue su boca. En él hizo una fusión con elementos de la música afroecuatoriana.

Comenta que aquel disco traspasó el territorio ecuatoriano. “Tuvo una repercusión mundial, se escuchó en Japón, Francia, Inglaterra, Italia, Venezuela, Chile, Argentina, México y Estados Unidos”.

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Cuba y México han sido algunos de los escenarios a los que Fabrikante ha llevado su música. Para este año el artista guayaquileño tiene previsto realizar una gira en Colombia y continuar explorando en la música de la región.

Además indica que trabajará paralelamente en la banda de cumbia Iguana brava. (E)