Les Luthiers volvió a Quito con la misma fuerza de hace 13 años

El sexteto argentino Les Luthiers concluye esta noche su visita a Ecuador, luego de trece años de su última presentación en el país. Esta vez lo hace con una antología de diez sketchs llamada ¡Chist!

La agrupación –que combina el humor y la ironía a través de la música y el teatro– inició sus shows en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, en Quito, el viernes pasado.

Luego de dos horas de función, los fundadores de la agrupación: Carlos Núñez (74 años), Marcos Mundstock (74 años), Carlos López (70 años) y Jorge Maronna (68 años), así como Martín O’Connor (50 años) y Horacio Tato Turano (63 años), quienes se vincularon en el camino, fueron ovacionados.

Los artistas demostraron que la sutileza y la calidad de su espectáculo están intactas.

La antología con la que llegaron a Quito puso en escena diez de las más de 170 obras que conforman su repertorio de 50 años de trayectoria. Durante el show se pudo ver la ejecución de varios de los instrumentos que el grupo inventó durante su carrera, por ejemplo la mandocleta, la violata, la manguelódica o el bolarmonio.

Entre las historias más aplaudidas están la de Manuel Darío, un cantante bastante fanfarrón, La hija de Escipión, Bolero de los celos, Educación sexual moderna, y Los jóvenes de hoy... De yapa, pues no estaba en el playlist: el Blues de fortín.

Sin embargo, la que más elogios se llevó es La comisión, el relato de dos políticos que, a nombre de su presidente, piden cambiar la letra del himno de su país. Esta obra se convierte en la columna narrativa de todo el show y lleva al público a identificarse con escenas propias de la política latinoamericana, como la corrupción, el autoritarismo, la vanidad y la ridiculez de los gobernantes.

Con cada una de sus obras, Les Luthiers nos obliga a reconocernos y a reírnos de nosotros mismos. Su combinación de humor, sutileza e inteligencia llegó al auditorio con una contundencia imposible de eludir, impactó como un tiro cargado de ironía en el corazón de los sistemas autoritarios, en la moral más conservadora, en el lugar común de todos los días.

El público salió aplaudiendo de pie a los argentinos en su primera presentación. Ellos no salieron contentos ni satisfechos, salieron felices.

Desde 1967, Les Luthiers se ha presentado ante más de 9 millones de personas, en 15 países distintos. (E)