Un alimento funcional es aquel al que le han añadido un elemento específico, el mismo que cumple una función a nivel fisiológico; previniendo enfermedades y beneficiando a la salud.

Los panes funcionales son panes a los cuales se les ha fortalecido o enriquecido con vitaminas, minerales, ácidos grasos y fibra dietética. Los panes integrales son alimentos funcionales, ya que contienen fibra, proveniente de cereales o semillas, explica la nutricionista María Isabel Cevallos.

A diferencia del pan blanco o regular que se elabora con harinas refinadas, el integral mantiene la fibra de los cereales. Una porción de pan integral puede aportar entre 2 a 10 gramos de fibra.

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De acuerdo a Cevallos, los panes funcionales suelen contener salvado de trigo, que favorece al tránsito intestinal y la salud del colon, es rico en vitaminas y minerales como el potasio, hierro y magnesio. También contienen centeno, que favorece a la motilidad intestinal, produce sensación de saciedad y disminuye el colesterol malo en la sangre.

“Otros panes contienen linaza, que es rica en ácidos grasos mono y poliinsaturados, Omega 3 y 6, que son cardioprotectores. Además, aporta vitaminas E y B”, mencionó la experta, quien recalcó que el pan, al ser un alimento muy versátil y aceptado en toda etapa de vida, se lo puede consumir tranquilamente de una forma adecuada y en muchas recetas deliciosas sin temor a que nos haga subir de peso.

“Ningún alimento engorda ni es malo, el problema es cuando abusamos de la cantidad al consumirlo”, advirtió. Para un desayuno o tentempié saludable, Cevallos recomienda no agregarle la mantequilla, mermelada ni mayonesas, ya que estas pueden ser ricas en azúcares y grasas.

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Hazlo más sabroso
Unta una rebanada de pan integral con un poco de mantequilla de maní, agrega unas rodajas de manzana y un poco de canela en polvo. Tienes un desayuno delicioso.

La miel es otro ingrediente perfecto. Te llena de energía. Puedes untarla en una tostada integral y a disfrutarla. (F)