Una muestra que pretende transportar al espectador a la realidad que cada día viven las personas con discapacidad visual es uno de los objetivos que el artista plástico Eduardo Arreaga Burgos, quien firma sus trabajos como Lalinchi, se ha planteado con su nueva exposición, El arte de tocar.

A través de 19 piezas, Lalinchi presenta su propuesta “escultopictórica” en la que ha implementado el sistema de lectoescritura braille, cuyo día mundial se recordó el pasado 4 de enero. A propósito de esta fecha –dice el pintor ecuatoriano– fue que se presentó la serie en el Museo Nahim Isaías.

“Cuando yo conversaba con ellos, con las personas no videntes con los que me encontraba en la calle, yo trataba de comprender cómo es la vida de ellos y las dificultades que tienen para disfrutar del arte. Entonces me propuse crear una muestra que todos pudieran tocar, sentir, experimentar”, comenta el artista que cuenta con 25 años de trayectoria.

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Lalinchi define su exposición como funcional, pues todo público la puede experimentar. La idea, explica el artista, es que los visitantes (videntes y no videntes) “puedan disfrutar con sus manos de las texturas y formas impregnadas en cada obra presentada” en esta exhibición, que estará abierta hasta el próximo 20 de enero.

El artista asegura que las obras están hechas, de tal manera, que pueden “soportar el trajín. “El día de la inauguración yo me pude dar cuenta de que las personas no videntes son muy delicadas al momento de tocar, de analizar las obras. Yo tenía un poco de miedo a que se fueran a dañar por el manoseo, pero no fue así, al contrario fue una experiencia muy bonita”, indica Lalinchi, quien empezó el proyecto en octubre pasado.

Parte importante de Arte para tocar también son las frases de celebres autores universales que están grabadas en algunas de las obras. Una de ellas es En un lugar de la Mancha, que cuenta con extractos de la novela del escritor español Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha.

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El pensador, Tango, Un Mach de Verano, Derby Braille, Dejando Huellas, Iguana Guayaquil, Los anfibios del Yasuní, entre otros títulos también forman parte de esta colección que fue desarrollada sobre materiales como el lienzo, la madera, el cemento y el yeso.

Los trabajos que integran Arte para tocar se pueden ver en el museo ubicado en Pichincha entre Clemente Ballén y Aguirre.

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Los horarios de visita son de lunes a viernes, de 09:00 a 17:00, y el sábado, de 10:00 a 16:00. El ingreso es gratuito. (I)