Por Sergio Pérez

“El auditorio de la Alianza Francesa estaba abarrotado de un público, ávido por ver y escuchar el Duval Barrezueta Tango Show, que arrancó con palabras del famoso bailarín y promotor declamando la fábula Gardel en honor al natalicio del más grande tanguero, el 11 de diciembre.

Héctor Napolitano abrió el show musical tocando Adiós Nonino, de Astor Piazzolla, en guitarra acústica con Duval y Maritza Intriago, profesional en Buenos Aires, bailando la emblemática canción reconocible solo por el famoso estribillo.

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A continuación Andrea Intriago cantó Cambalache con voz chillona, Cuesta abajo mejorando a un registro más grave y finalmente Nostalgia, que habla de una angustia y desesperación amorosa femenina que dice “no quiero rebajarme, ni pedirle, ni rogarle”, con notable elocuencia del género.

Y comenzó la milonga en grupos de tres parejas con alumnos de Duval y este posicionado en el centro con Érika Ortiz para bailar La Yumba, junto con Luis Ernesto Valdez, joven bailarín de buena pinta bajo la escrutadora observación de Mariana Delgado, su madre y conocedora tanguera rabiosa.

Comenzando con movimientos muy lentos, Vanessa Batallas y Duval iniciaron un baile memorable a La cumparsita, que provocó una relación eufórica del público emocionado con los movimientos felinos, que finalizaron con Vanessa trepada en una rodilla de Duval para un tango no solamente de salón, sino escénico.

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Nuevamente Andrea Intriago cantó Fumando espero y Caminito con buen ritmo y la dramática Garganta con arena. Nuevamente tres parejas bailaron La cicatriz y Anita Bonnet, la mejor cantante de largo, ofreció hermosas rendiciones de A media luz y Uno con todas las inflexiones del género, líricas y dramáticas.

Luego de un zapateo tímido en la Chacarrera del Chilado Anita Bonnet cantó Malena, que habla de una pena de bandoneón, para la satisfacción del público. Con elegantes pasos largos Vanessa Batallas y Duval bailaron Reliquias porteñas y Entre el cielo y la tierra, interpretado dramático y llorón por Alberto Cortez hablando de emborracharme de pasión y de recorrer sin límites tu cuerpo.

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Finalmente el público coreó Por una cabeza, cantada por Anita Bonnet, la favorita del show, así como Volver y Garufa. Quedó una elegante sensualidad flotando en el ambiente con el traje de Maritza Intriago bailando El canto rojo, el mejor baile de todos, y Libertango, instrumental y lo más sublime de Piazzolla. (O)

Luego de un zapateo tímido en la ‘Chacarrera del Chilado’ Anita Bonnet cantó Malena, que habla de una pena de bandoneón, para la satisfacción del público. Con elegantes pasos largos, Vanessa Batallas y Duval bailaron Reliquias porteñas y Entre el cielo y la tierra, interpretado dramático y llorón por Alberto Cortez hablando de ‘emborracharme de pasión’ y de ‘recorrer sin límites tu cuerpo’Sergio Pérez, crítico.