1 de cada 11 personas ya tiene diabetes, advierte la OMS.

El mundo se enfrenta a una marcha implacable de la diabetes. Así lo anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su primer Informe mundial sobre la diabetes (publicado en abril), el que sostiene que una de cada 11 personas en el mundo ya la padece. Las cifras también indican que el número de personas afectadas prácticamente se cuadriplicó en los últimos 30 años.

“Según las estimaciones, 422 millones de adultos tenían diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980”, asegura la OMS. El mayor incremento se produjo en los últimos años y de forma desigual.

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“Es una enfermedad silenciosa, pero su marcha está siendo implacable y tenemos que detenerla”, dijo Etienne Krug, responsable de los esfuerzos de la OMS en la lucha contra la enfermedad.

De acuerdo con los científicos, “en la última década, la prevalencia de la diabetes aumentó más deprisa en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos”. Y los números se incrementarán mientras no se adopten acciones drásticas, de acuerdo con la OMS.

Si ya tiene diabetes
El doctor Jorge Fiallos, experto en cirugía para diabéticos, resalta la importancia del cuidado del paciente para evitar la condición pie diabético. Se trata de la afectación a los nervios de las extremidades inferiores cuando los niveles de azúcar son elevados, lo que provoca distintos tipos de gangrena. Fiallos es muy concreto al referirse a la prevención de este mal. Él recomienda una dieta equilibrada, con 50% de hidratos de carbono (carbohidratos, de preferencia integrales), 30% proteína y 20% grasa, excluyendo comidas fritas. Sumando el ejercicio, para llegar a un peso ideal. “Mientras tanto, tomar todos sus medicamentos, de por vida”, añade. Se refiere no solo a las tabletas de control del azúcar, sino de la circulación, de prevención de neuropatías y vasculopatías. La primera es una serie de enfermedades al sistema nervioso biomotor.

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“El paciente diabético puede perder la sensibilidad, si se hace un corte en el talón, por ejemplo, no lo siente”. La vasculopatía incluye una contracción de los vasos arteriales, “el paciente no puede caminar dos cuadras pues siente dolor”. Ambas condiciones detonan el pie diabético. Por ese motivo, el electrocardiograma y ecocardiograma son obligatorios una vez al año, en todo diabético, igualmente el estudio de ecodoplers de venas y arterias en las extremidades, para conocer el estado de su circulación. “Hoy en día, con la medicina moderna, todos esas molestias se pueden prevenir y revertir, si se suma al tratamiento la cámara hiperbárica. Es la introducción de oxígeno al tejido para eliminar las toxinas en las heridas con gangrena”, indica Fiallos, quien asegura que el promedio de curación de este mal es de seis meses.

Más obesos, más diabéticos
En este análisis se habla de ambos tipos de diabetes (1 y 2), aunque el mayor incremento se dio en la diabetes de tipo 2, vinculada a un estilo de vida poco saludable: a medida que las cinturas ganan centímetros, aumentan los casos de diabetes.

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En efecto, los científicos se muestran preocupados sobre la obesidad en el mundo. Pero Krug se muestra algo más optimista: “Podemos detener la diabetes. Sabemos lo que hay que hacer. Pero no podemos dejar que evolucione de esta forma porque tiene un impacto enorme en la salud de la gente, en las familias y en la sociedad”, agrega.

Una de las medidas es reducir el elevado consumo de azúcar. De hecho, los niveles de azúcar en la sangre triplican el riesgo de sufrir un ataque al corazón y multiplican por 20 las posibilidades de sufrir una amputación en la pierna. También suben los riesgos de accidentes cerebrovasculares, ceguera y complicaciones en el embarazo. El asunto es serio: la diabetes es la octava causa de muerte en el mundo y es culpable de 1,5 millones de muertes cada año. Pero otros 2,2 millones de muertes están vinculadas a los altos niveles de azúcar en la sangre.

Cirugía bariática
El Dr. Raúl Santamaría (foto), director médico de la clínica Santamaría, explica sobre esta alternativa: “La cirugía bariátrica constituye una serie de procedimientos encaminados al control del sobrepeso, obesidad y sus complicaciones. El paciente debe iniciar su proceso con un médico clínico que lo introducirá en el equipo multidisciplinario formado por: endocrinólogos, nutricionistas, psicólogos, neumólogos, fisioteraupetas y cirujanos especializados en bariatría.

Se recomienda este tipo de cirugías para pacientes cuya obesidad sobrepasa el límite de IMC (Índice de Masa Corporal) de 30, unido a morbilidades como la diabetes y en pacientes con obesidad mórbida o severa, por arriba de los 35 de IMC. La ADA (Asociación Americana de la Diabetes), recomienda la cirugía para el control de diabetes con pacientes con IMC mayor de 25 y como mínimo 3 años de diabetes tipo II, y que no ha sido posible su control o remisión con medicamentos. Tras la cirugía, se sugiere un control por un equipo multidisciplinario calificado una vez al mes por seis meses, para que reciba directrices, el acompañamiento y las pautas que le ayuden para el éxito en el control de la diabetes”.

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Acción conjunta
En cuanto a las posibles soluciones, la OMS considera que “no hay intervenciones o políticas que por sí solas puedan garantizar que ello (frenar el avance de la diabetes) ocurra”. Y es necesaria, según el organismo, una acción conjunta por parte de toda la sociedad. “La solución ‘fácil’ para todos nosotros es hacer ejercicio, comer de forma saludable y no ganar demasiado peso. Y, por supuesto, no es tan fácil”, dice Krug. De acuerdo con el experto, es necesario que los gobiernos actúen para regular las cantidades de grasa y azúcar en los alimentos y asegurar que existen opciones saludables disponibles para la gente. También es esencial una mejor planificación urbana que motive a los ciudadanos a ir en bici o caminar.

Además, la industria alimentaria debe actuar de forma responsable para reducir el contenido de grasa y azúcar en los alimentos y dejar de promocionar comida poco saludable, dice Krug. La única manera de contener el avance de la enfermedad es mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control. Pero, según el informe, dos tercios de los países de bajos ingresos no disponen de los sistemas de monitorieo de glucosa, o no pueden proporcionar medicamentos como la insulina o la metformina a la mayoría de sus habitantes.

“Hay dos cosas que me preocupan: una es que una de cada 11 personas en el mundo tiene diabetes. La otra, la falta de equidad”, dice Krug. “En la mayoría de los países pobres, las personas con diabetes no tienen acceso a las medicinas y tecnologías que necesitan”. (I)

Chequeos de rutina
Determinación de la glucosa en ayunas, de glucosa posprandial (2 horas después de una comida completa), y de insulina y hemoglobina glicosilada, cuando existen factores de riesgo, indica la doctora Vicenta Cevallos, subdirectora técnica de Interlab.

Indicaciones importantes
La orina también revela la presencia de glucosa, cuando los valores en la sangre sobrepasan el umbral renal de 260 mg/dL, señala Cevallos. La prueba posprandial y de tolerancia a la glucosa confirman alteraciones del metabolismo de la glucosa.

Otras pruebas
Una vez que el médico establece el diagnóstico de diabetes mellitus, buscará su tipo y su causa. Para ello, solicitará exámenes de segunda línea como la evaluación de la producción de insulina y el índice de resistencia, determinación del péptido C y el índice peptídico. Cuando sospecha diabetes autoinmune, se busca el origen de la enfermedad, con las pruebas de anticuerpos anti-GAD, antiinsulina, anticélulas de islotes o antitirosin fosfatasa, anti-zn transportador, entre otras. Fuente: Vicenta Cevallos, subdirectora técnica de Interlab.