Los grandes progresos en el control del paludismo están en peligro por la “necesidad urgente” de más dinero, advirtió la Organización Mundial de Salud (OMS) en su informe anual sobre esta enfermedad transmitida por un mosquito.

Entre 2010 y 2015, el número de casos nuevos cayó un 21% y la mortalidad un 29%, pero en 2015 hubo todavía 212 millones de nuevos casos, sobre todo en el África subsahariana.

Esta región concentra el 90% de los casos mundiales, seguida por el sudeste de Asia (7%) y la región del Mediterráneo oriental (2%), agrega la OMS, que presentará el informe este martes en Londres.

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Pese a su incidencia, “persiste la carencia de medios” en muchos países del África subsahariana, lamentó la OMS, explicando que el 43% de su población no está protegida con elementos básicos como las redes antimosquito o los insecticidas.

“La falta de financiación y los sistemas sanitarios frágiles socavan los progresos” contra una enfermedad que golpea en particular a los niños menores de 5 años, el 70% de los muertos por malaria en el mundo.

En 2015, los fondos dedicados a la lucha contra el paludismo ascendieron a 2.900 millones de dólares, el 45% de lo que se consideraba necesario para avanzar hacia la eliminación de la enfermedad hacia 2030. Estados Unidos y el Reino Unido son los principales donantes mundiales en la lucha y aportaron el 35% y el 16% de esa cifra.

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La OMS expresa asimismo su inquietud por la creciente resistencia de los mosquitos a los tratamientos y los insecticidas. Según la organización, se detectaron casos de resistencia al tratamiento estandar (mediante artemisinina) en cinco países de la subregión del Gran Mekong, en el sudeste de Asia. (I)