David Fuentes
Coach de nutrición

El hecho de que queramos lograr algo rápido conlleva a cometer errores como los ya comentados pero además, genera un estado de ansiedad y estrés que complican el proceso de pérdida de peso y hacen aún más factible el que se abandone la iniciativa.

Las emociones son claves al momento de emprender cambios y en la mayoría de los casos determinan nuestro éxito. Si intenta lograrlo muy rápido el fracaso es altamente probable. Si, en cambio, mantiene un buen ritmo al ir desechando malos hábitos y alimentándose mejor, cada semana se irá sintiendo mejor y más ligero aún cuando no vea resultados en la balanza.

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El comienzo de un proceso de pérdida de peso puede parecer poco auspicioso en ese sentido debido a temas fisiológicos y la resistencia normal a los cambios pero concéntrese en cumplir los objetivos trazados y en cómo se siente y eso le llevará a no interrumpir el proceso que naturalmente desembocará en ese cambio integral que tanto anhela. Para logarlo, establezca una meta medible pero con sentido común: no piense en bajar 10 libras en una semana porque no es factible ni adecuado. Recuerde que lo ideal es perder 1 libra de grasa a la semana, por ende, puede perder alrededor de 10 libras en un poco más de 2 meses si es 'consistente' y mantiene sus objetivos con claridad.

Hay una frase que me encanta: Te aseguro que en un año desearás haber empezado hoy'... No pierda tiempo entonces. Paciencia y consistencia son las claves. (O)