Por Gourman

Escuchamos sobre la apertura de Nikkei, en Víctor Emilio Estrada y Circunvalación, y fuimos a probarlo. Sorprende el auge de este tipo de cocina en Guayaquil.

Hay más restaurantes Nikkei que italianos, otrora, la gastronomía más apetecida de la ciudad. A cargo de un chef ecuatoriano, quien nos contó que tuvo formación en Perú, nos ofrecieron piscos 2x1, lo que ocurre siempre entre 19:00 y 21:00. El de maracuyá preparó el paladar perfectamente para la comida. La atención esmerada y la adecuada decoración del lugar dan un buen arranque.

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Comenzamos con takeshi, tacu tacu con chicharrón y vainitas salteadas, vegetales en salsa de soya y miso. Las vainitas estaban cocinadas al punto. El chicharrón, a priori sonaba una rara combinación, pero funcionó muy bien, mezclando texturas y tonos de sabores.

Buenos nigiris, el de tuna con salsa togarashi y sésamo fue el mejor. Afortunada mezcla utilizando producto de buena calidad. El TNT de calamar y kani es una especie de gunkan, con abundante salsa cremosa rica en mayonesa, que no cae pesada al paladar gracias a la incorporación de cítrico y un toque de algo que parecía sichimi togarashi. De los platos buenos del menú. Probamos también un wonton kani, que es una masa crocante cubierta de surimi gratinado. En general, prefiero que no haya lácteos en la cocina oriental. No me parece una buena fusión. Sin embargo, este intento estuvo ok.

La misma semana fuimos a otro restaurante Nikkei llamado Gosushi, en Víctor Emilio Estrada y Ficus. El servicio fue un problema, poco atento y profesional. El sitio no tiene grandes pretensiones. Ofrece una carta corta.

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Intentamos el surimi tempurizado con panko en salsa tokubai, la cual nunca había probado. Agradable, de textura similar a una croqueta. La salsa ganaría si fuera menos dulce.

Su menú tiene muchos rollos. El de atún semipicante, filadelfia y el cebichado estuvieron aceptables. De los nigiris, solo el de pulpo, acompañado con un toque de ajo, fue el de nuestro agrado. El de surimi estaba recién descongelado. El de atún no tenía la mejor de las materias primas. Gosushi tiene una oferta para una comida de paso, de bajo presupuesto.

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Es común que en muchos restaurantes Nikkei de la ciudad se ofrezca surimi como cangrejo. Pero es falso. Está hecho en base de carne de pescado desmenuzada y prensada, con almidones y aglutinante. No tiene un gramo de cangrejo y no debe ser anunciado como tal.

La cocina Nikkei es evolución, puesto que así nació. Es su esencia. No se concibe sin un constante cambio. El chef del primer restaurante mencionado, Nikkei, tiene cosas interesantes en su menú, tiene potencial.

De todos los restaurantes Nikkei de Guayaquil, Mikka, aunque con poco tiempo en el mercado, lleva la delantera en calidad y creatividad. A nuestro juicio, Noe le sigue los pasos con alguna distancia. En el siguiente grupo hay otros como Nikkei, que tienen algunos buenos platos y cocineros con capacidad de seguir mejorando. (O)