Cartón, tela, pinturas y plumafón son algunos de los materiales que un cosplayer (persona que se disfraza de un personaje de serie anime o cómic) tiene en su casa para confeccionar su vestuario.

Para estos aficionados, lo importante radica en “encarnar lo más real posible un personaje”, así lo afirma Randy Quinde, del dúo Rallison Cosplay en Guayaquil.

“Hay que comprar lentes de contacto que pasan los $ 30, tarros de pintura esmaltada de $ 5, (...) todo depende del personaje. Se debe ser lo más preciso posible para ser igual que él”, menciona Quinde, quien tiene 34 disfraces entre los que destaca a Naruto y Ash de Pokémon. En tanto, María Soledad Breilh, de 22 años, cuenta que el costo de un traje depende de los metros de tela.

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“Mientras más detalle tenga, más costoso será. Yo he gastado hasta $ 240 en un disfraz”, agrega Breilh, quien es conocida por el seudónimo Sole Raw. Además agrega que el tiempo de elaboración puede llegar a los cinco meses.

“El traje no puede ser comprado, o diseñado completamente por otro porque perdería lo personal”, añade Christian Nuque, vocero de Cosplay Gappei Ecuador, una comunidad dedicada a estos eventos.

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Nuque afirma que el cosplay es un arte porque reúne varias ramas como la de corte y confección, modelaje, actuación y maquillaje. “Lo importante en el cosplay es la capacidad de personificación (...) de rendirle un homenaje al personaje”, manifiesta.

Nuque menciona que se puede llegar a gastar $ 1.000 en la elaboración de “un traje bien detallado”, siendo el material más costoso la goma eva, un material termoplástico amoldable a todo pegamento. “Hay personajes difíciles como Los caballeros del zodiaco, por ejemplo, que tienen armadura y debes utilizar más de un metro de cartón que no te deja de costar unos $ 10”, expresa.

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Breilh cuenta que interpretar a Harley Quinn, personaje de DC Comics, le costó $ 300. “Tuve que comprar tres tipos de tela, y la pintura blanca para la cara”, menciona.

Karen Bayas, también de 22 años, añade que aunque consista en disfrazarse existen varias clases de cosplayers.

Los cosmaker, explica, son aquellos que confeccionan todo su traje sin ayuda. Le siguen los promaker, que según Bayas son los que realizan pequeños accesorios indispensables para el disfraz, “como pintar un traje o hacer un gorrito”, relata Bayas. También existen, sostiene, categorías dentro del cosplay como el crosplay, quien se disfraza de un personaje del género opuesto. “Por si me disfrazo de Guepardo de los X-Men y soy mujer eso es crosplay”, menciona Bayas. (I)