Impermanencia se denomina la XIII edición de la Bienal de Cuenca, que se inauguró el pasado viernes y que reúne a 48 artistas contemporáneos, de 26 países, que exponen en 21 espacios dispersos en la ciudad.

Dan Cameron, curador de esta edición, propuso el nombre como un ejercicio de reflexión. Dice que “al liberar al arte de la obligación de permanecer en nuestra memoria, lo experimentamos como un rechazo a aferrarnos a lo que nunca fue nuestro”.

Durante los dos últimos meses, 18 personas, bajo la dirección de Gabriela Sánchez trabajan en el montaje de las obras en las salas de exhibición. De allí que diversas propuestas se han tomado Cuenca.

Publicidad

Por ejemplo, el artista Juan Carlos León busca el color de la democracia. A través de gráficas en secuencia, con barras que representan los colores de los símbolos de los partidos políticos, que tercian en los procesos electorales desde 1998, el guayaquileño intenta retratar este proceso para alcanzar curules en la Asamblea Nacional (antes Congreso Nacional).

Cuarto aparte, otra muestra ecuatoriana, pretende contar y reflexionar sobre el pulso del arte y la cultura nacional desde diferentes agentes, colectivos, escenas, estéticas y miradas, y la actualidad del país no entorno al medio artístico; en una muestra paralela.

Canadá tiene dos representantes, Richard Ibhy y Marilou Lemmens que exponen su obra visual, a modo de comercial sobre el planeta y una denuncia de la sobrexplotación de recursos, con imágenes de flora, fauna, personas y paisajes de todo el mundo, en especial de Ecuador. Estas se exponen bajo una de las cúpulas del colegio Benigno Malo y quieren enviarlas al espacio.

Publicidad

Arte acción, técnica que busca comunicar la experiencia humana en toda su gama, es otra de las propuestas que se verá en esta edición, además de performances. También hay muestras de videoarte.

Parte de la propuesta de este encuentro, que se extenderá hasta el 5 de febrero, es también que los niños y jóvenes participen, y por eso se previó un programa de visitas a los sitios de exposición. Las escuelas públicas contarán con servicio de transporte, a través, de un convenio de la Bienal con la Empresa Municipal de Movilidad.

Publicidad

Hay dos circuitos de la bienal que se pueden recorrer a pie. Uno está a lo largo del Centro Histórico y otro en espacios en la parte baja del centro de la ciudad y a lo largo del río Tomebamba.

Este año se suman al Premio París, otorgado por la Alianza Francesa de Cuenca, los premios Julián Matadero, Guaraguao y Piedra de Sal. (I)