La contaminación por mercurio en comunidades nativas amazónicas de Madre de Dios en Perú no sólo ha afectado la salud de la población indígena, sino que ha estigmatizado a los productos originarios de la zona, golpeando su comercio y su vida diaria.

Esta región, ubicada en la frontera con Brasil, es el epicentro en Perú de la deforestación y de la minería ilegal, que usa el mercurio para separar el oro.

El gobierno anterior la declaró en emergencia a fines de mayo. Al nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski, le correspondió prorrogarla por dos meses más, pero nada se ha hecho.

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"Con el estado de emergencia no se ha cambiado nada porque el gobierno no hizo nada, se destinó un presupuesto y nadie sabe a dónde fue ese dinero", dijo a la AFP Froilan Barrientos, asesor y vocero del gobernador de Madre de Dios.

La declaratoria de emergencia, que implica la disponibilidad inmediata de fondos para resolver el problema, se justificaba en la "contaminación por mercurio en las aguas de los ríos, en especies hidrobiológicas y en la población por valores superiores a los límites máximos permisibles a consecuencia de la minería artesanal".

Según las autoridades, "grupos poblacionales presentan niveles de mercurio en su organismo, por encima de los límites máximos permisibles, lo que conlleva serios, crónicos y complejos problemas de salud, particularmente en niños y mujeres embarazadas". (I)