Christie’s culminó esta semana una de sus mayores subastas de arte latinoamericano en la que brilló especialmente la pintura cubana: siete artistas de la isla consiguieron precios récord mundiales para su obra en un contexto de mayor apetito internacional por la región.

Tras dos días de venta, Christie’s vendió casi 300 lotes de cinco notables colecciones privadas, y recaudó $ 22,76 millones, menos de los $ 30 millones previstos, pero de todos modos una de sus mayores cifras para el arte de la región.

Compradores de 36 países se disputaron las obras. Sandías, del mexicano Rufino Tamayo, una obra casi abstracta, explosiva de rojos y fucsias en la cual puede casi sentirse el jugo de las frutas, fue la pintura más cara subastada por $ 2,16 millones.

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Una obra del brasileño Sergio Camargo se vendió en $ 1,5 millones, y Una familia, del colombiano Fernando Botero, que muestra a una madre de clase alta dando el pecho, rodeada de hijos de cara aburridísima y una apesadumbrada niñera, fue vendido en $ 1,26 millones. (I)