Tengo un hijo de 15 años y sospecho que anda consumiendo drogas porque su comportamiento es raro, no nos hace caso y su hermana menor dice que lo ha visto fumando en el colegio. ¿Qué podemos hacer?

Responde el psicólogo Jorge Luis Escobar
Gracias por compartir un tema tan delicado con nosotros, sugiero de antes de que se respondan la pregunta que plantean, preguntémonos ¿Qué queremos hacer?

¿Lo que queremos hacer nuestro hijo también lo quiere? Al generar varias respuestas dentro de la familia, ya están produciendo soluciones.

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Ahora, hay que establecer cuáles son posibles articularlas y ponerlas en práctica.

Cabe decir que el hecho de tener un hijo adolescente pone a prueba sus estrategias como familia y en especial las de comunicación. Es justo y necesario que antes de tomar cualquier decisión se sienten con el hijo mencionado a dialogar, en caso que lo que él diga no coincida con lo que ustedes suponen, ya tienen otro aporte a sus procesos de comunicación, en caso que él sea frontal y les diga su realidad sin miedos, ya tienen la mejor solución.

Si hay confianza en la familia es muy sencillo afrontar cualquier situación por adversa que esta sea, el tema del uso o abuso de drogas es algo a lo que toda la humanidad está expuesta, por ende es algo que está en parte de las estrategias de afrontamiento familiares el cómo poder hacer uso de la voluntad y amor propio para saber que no depende de los demás el consumir sino de nosotros mismos.

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Que no es el hecho de la satisfacción o sensaciones que esto provoca sino de lo que “yo” como persona sin necesidad de estímulos externos siento. Uno de los mejores antídotos para que los jóvenes no se sientan atrapados en el uso o abuso de sustancias o de sus propias conductas adictivas es la autoestima, la facultad que tiene cada ser humano para autoprotegerse y regularse inclusive de actitudes y emociones nocivas para nosotros y los demás.

Hay un gran boicoteador para salir pronto de esto y es el miedo, frente a eventos complejos como el que un hijo pudiese estar intoxicado por drogas, es la contención con amor la que da los mejores resultados, esto no implica consentir o alcahuetear, es responsabilizarse de qué vacíos afectivos o emocionales le hicimos creer al hijo que teníamos y le heredamos. En caso que logren superar esto con buena comunicación y cambio de actitudes familiares, el esfuerzo valida su amor propio y familiar, si es necesario una asesoría externa, decídanlo como familia y búsquenla. (O)