Para conocer más a fondo de lo que se trata la Diablada Pillareña, declarada en diciembre del 2008 como Patrimonio Cultural Intangible del Ecuador, ayer en el salón de sesiones del Municipio de Píllaro se realizó un conversatorio con cabecillas de las partidas (comparsas), artesano de la elaboración de las máscaras de los diablos e historiadores.

Diana Mesías, coordinadora de la unidad de Cultura y Turismo del Municipio de Píllaro, dijo que con el conversatorio ‘Diablada Pillareña, identidad y esencia cultural’ se pretende sensibilizar en todos los involucrados la revalorización de la tradición que tiene el cantón desde hace más de 150 años, para que esta mantenga su originalidad.

Revitalizar elementos
Añadió que a través del conversatorio se busca revitalizar algunos elementos que con el pasar del tiempo se pierden o van teniendo otro giro, porque incluso se han insertado otros personajes que son ajenos a la Diablada Pillareña, como la presencia de los diablos de Oruro de Bolivia que no tienen nada que ver con los de Píllaro, en cuya vestimenta destaca el color rojo en las blusas.

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Mesías comentó que por esa razón en el conversatorio participaron los cabecillas que serán los encargados de divulgar lo que es la Diablada Pillareña y así no pierda su esencia, porque no quieren correr el riesgo que en algún momento se quite la denominación de Patrimonio Cultural.

Recordó que además de los diablos, que es el elemento principal de la rebeldía de los indígenas en la época de la Colonia, los personajes de la Diablada son el cabecilla que además de ser el que organiza la participación de las partidas, es el portador del conocimiento.

También está la guaricha (hombre disfrazado de mujer) que representa a una dama libertina que lleva en brazos a su hijo; la pareja de línea, que es la representación de la realeza de la época; el capariche (barrendero), que es el personaje humilde; y la banda de pueblo que entona pasacalles, sanjuanitos, albazos. (I)