Para los ecuatorianos, la colada morada y las guaguas de pan encierran un mismo simbolismo, los difuntos.

Cada 2 de noviembre las familias se unen y comparten con estos manjares una identidad cultural.

Caliente o fría, muy dulcecita, la colada morada se prepara con frutas típicas del Ecuador, especias, hierbas y harina de maíz morado o maíz negro. Existen muchas variaciones y suele ser más rica el día después de la preparación.

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Sin embargo, no debemos tomarla en exceso.

La licenciada en nutrición, dietética y estética Sussy Corral Rivadeneira explica que la colada o mazamorra morada es una bebida muy calórica, altísima en azúcares, y al ser una mezcla de harinas y frutas en almíbar, no es recomendable beberla a diario durante el mes de noviembre, más que nada porque se acerca Navidad que también es época de reuniones familiares, cenas y almuerzos hipercalóricos.

“Un error nutricional respecto a la morada es combinarla con las guaguas de pan (panes decorados como si fueran niños), ya que únicamente con la bebida obtenemos una carga glicémica y calórica bastante elevada”, menciona la especialista.

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La morada es muy energética, y junto al pan, también de elevado contenido calórico y glicémico son un riesgo de que la glicemia o glucosa en la sangre se eleve demasiado, obligando al páncreas a trabajar más de la cuenta. Corral advierte que los pacientes diabéticos no deben consumir esta bebida, mientras que los individuos que se cuidan por el sobrepeso o que no desean ganar grasa corporal no deben abusar.

“La cantidad correcta debería ser máximo una taza, temprano en el día, nunca de noche, o media taza de colada y media guagua de pan, si va a comer ambos, aunque lo correcto, desde el punto de vista nutricional, sería no mezclarlos”, señaló. (F)